Conservar y mejorar el acceso a largo plazo a cualquier tipo de contenido audiovisual digital es el objetivo del proyecto PrestoPrime, que ha unido a catorce organizaciones de seis países europeos relacionadas con la archivística y la investigación. Juntos han creado una serie de herramientas innovadoras y de código libre que permiten gestionar el contenido de archivos de cualquier tamaño, analizar los riesgos para su conservación y garantizar su integridad. Por Patricia Pérez ´
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En la analogía la labor de archivado se consideraba prácticamente un proceso pasivo, consistente en depositar los objetos que se querían conservar en un lugar freso y seco y olvidarse de ellos hasta que se necesitaban.
La era digital, sin embargo, ha revolucionado este campo, facilitando el acceso pero también la alteración, degradación o incluso pérdida de la información almacenada.
Así, aunque en muchos sentidos se cree que los contenidos digitales son más seguros y duraderos que los materiales analógicos, la mano del hombre también influyen sobre ellos.
“Conocemos bien los procesos químicos involucrados en la degradación de materiales analógicos, pero los archivos digitales presentan retos de índole muy distinta”, señala Daniel Teruggi, jefe científico de Ina Expert del Instituto Nacional Audiovisual de Francia, en un reportaje publicado en CORDIS, el Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo.
Conscientes de esa problemática, representantes de catorce organizaciones de seis países europeos han dado forma al proyecto PrestoPrime, una plataforma común desde la que investigar y desarrollar soluciones prácticas para la conservación a largo plazo de objetos, programas y colecciones de digitales, buscando fórmulas al mismo tiempo para mejorar el acceso.
Se trata de una iniciativa enmarcada en el Séptimo Programa Marco (7PM) de Investigación de la Unión Europea, que ha contado con una financiación de ocho millones de euros durante cuatro años para crear un conjunto de herramientas que garanticen esos objetivos.
De ello se ha encargado un consorcio que abarca todo el espectro de usuarios de archivos e investigadores sobre contenidos multimedia, desde museos y bibliotecas hasta empresas tecnológicas, institutos de I+D o universidades.
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