Noticia de “El País”. Edición Madrid. 3 de Abril de 2012.
Los técnicos municipales se suman al Ministerio y desaconsejan el tratamiento del Consistorio.
Cambiar el pavimento cerraría meses el centro.
La plaga de carcoma del Conde Duque, descubierta a principios del mes de febrero, ha venido a sumarse a los problemas de infrautilización de este gigantesco centro cultural que, tras casi 70 millones invertidos en su reforma, sigue con dependencias cerradas al público y con una programación cultural escasa para sus muchas posibilidades. Para acabar con la plaga, detectada en instalaciones que albergan documentación histórica e instrumentos musicales de gran valor como el Archivo de la Villa, la Hemeroteca Municipal y la Biblioteca Victor Espinós, se han barajado dos posibilidades: sustituir únicamente las zonas afectadas y aplicar un tratamiento químico al resto, o levantar todo el suelo de tarima. Un informe de los técnicos del Instituto de Salud Pública municipal, al que ha tenido acceso EL PAÍS, recomienda “levantar y sustituir la totalidad de la tarima infestada como opción probablemente más idónea”.
Este informe, del 13 de febrero pasado, se suma a otro del Instituto del Patrimonio Cultural de España, dependiente del Ministerio de Educación, Cultural y Deporte, que también recomendaba la retirada del suelo de madera “especialmente si se trata de un edificio con biblioteca, archivo, hemeroteca y museo”. Este documento fue entregado al Ayuntamiento, que pidió asesoramiento al Ministerio, también el 13 de febrero pasado. Entre otras cosas, asegura que la tarima sufre “un ataque generalizado” de carcoma, en “una extensión elevada de metros cuadrados”.
El Ayuntamiento, sin embargo, ha decidido no seguir las recomendaciones del Ministerio y de sus técnicos de Madrid Salud. Asesorado por dos empresas especializadas en plagas, tiene previsto levantar solo las tablillas afectadas, sustituirlas, lijar el suelo y darle un tratamiento químico a todo el pavimento. De esa forma, las instalaciones solo tendrían que cerrar al público unos días, mientras que los trabajadores podrían desplazarse a otras zonas del complejo. De hacer caso a los dos informes, y tener que cambiar toda la tarima, las instituciones culturales deberían cerrar durante meses.
Los técnicos del Instituto de Salud Pública estiman en las conclusiones que la opción de “la retirada selectiva de las plaquetas susceptibles de estar infestadas” es “muy compleja y arriesgada”. Los insectos, que se han identificado como Lyctus spp, “solo atacan albura [madera blanda]“, por lo que teóricamente podría hacerse la separación, pero “sería muy arriesgado y difícil al estar afectados tantos metros cuadrados de superficie”. La opción del tratamiento químico “no parece muy recomendable”, continúa el informe, que opina que “no hay garantías” de la eliminación total del problema. En varias ocasiones remite al Ayuntamiento a los expertos del Ministerio de Cultura, ya que, asegura, tienen más experiencia en estos casos. Los dos informes recomendaban usar pavimento sintético.
El arquitecto autor de la reforma del Conde Duque, Carlos de Riaño, defiende la decisión del Consistorio. Asegura que dos empresas han elaborado informes según los cuales la eliminación de la carcoma será total. Aún se está estudiando qué tratamiento químico se empleará. Según Riaño, el Ayuntamiento ha informado de sus planes al Ministerio y éste ha dado el visto bueno. Los estudios de las empresas los pagan las empresas constructoras, ya que la obra está en garantía y son ellas las que suministraron el material defectuoso, explica Riaño. Pese a que en un primer momento estaba previsto hacer el tratamiento aprovechando la Semana Santa se ha retrasado al 10 de abril. Entre otras cosas, es necesario trasladar de planta los 40.000 documentos de la biblioteca Victor Espinós, además de muebles e instrumentos musicales.
El sindicato UGT ha enviado una queja a la Subdirección General de Prevención de Riesgos Laborales. “No nos han informado de qué producto químico van a utilizar ni de las posibles repercusiones para los trabajadores allí ubicados”, asegura Luis Miguel Reillo, delegado de prevención del sindicato: “Nos preocupa que exista un riesgo para la salud de empleados y usuarios”.