Traslado de la BIBLIOTECA DE LA parroquia de san AGUSTÍN de VALENCIA

Dentro de la historia de la lectura pública en Valencia tiene interés la labor desarrollada por esta Institución, que fue fundada por María LÁZARO, de la que  sabemos poco de su vida,  pero que dejó constancia de sus trabajos y su formación profesional a lo largo del siglo XX, y especialmente, a partir de los años treinta de la pasada centuria.

 

María LÁZARO estudió Biblioteconomía en la Universidad de La Sorbona y su formación y trabajos  responden a los estudios que allí realizó. Por ejemplo, su preferencia por el análisis  crítico de libros, la ordenación  de los documentos según la CDU, quizás en fechas anteriores a que esta práctica se impusiera en las bibliotecas públicas españolas. Estamos  ante una profesional que no ha tenido relación en sus primeros años con los bibliotecarios españoles pero que si de algún modo estuvo en contacto con ellos en tanto que perteneció en calidad de socia a ANABAD.

 

El objetivo fundamental de la biblioteca que reunió era facilitar la lectura a las jóvenes, con el criterio que  era necesario que  se conociesen  las características de los contenidos  de los libros desde el punto de vista literario, científico o técnico, y moral.

 

Después de la posguerra fueron frecuentes las publicaciones de selecciones de libros para niños y jóvenes, María LÁZARO consiguió además que su biblioteca se integrase dentro de la Iglesia Católica. Son muchos los aspectos morales y técnicos que podrían reseñarse. Pensemos que fundamentalmente se trata de una biblioteca en la que trabajan voluntarias, que tiene una larga vida y que ha persistido y ha estado abierta hasta hace un año.

 

Su importancia en el mundo de la Documentación Científica radica en haber incluido el término documentación en su denominación, cuando en España apenas había llegado esta nueva ciencia y por el trabajo bibliográfico crítico que han llevado a cabo.

 

La biblioteca estuvo ubicada en varios edificios y en la actualidad hasta junio de 2016 está en la parroquia de san Agustín, es decir muy próxima a la biblioteca pública de Valencia. Su aspecto es muy sencillo, una sala con libros que llegan hasta el techo, con apenas sillas porque es una biblioteca de préstamo y con cantidad de muebles catálogos. La riqueza es que contiene bibliografía crítica de unos 20.000 títulos, además de catálogo  de obras teatrales y cinematográficas de unos determinados años. Pensamos, pues, que debería ser objeto de estudios de investigación.

 

Esta institución llegó a convertirse en editorial y publicaba selección de libros cuyas fichas además  editaba por separado para enviar a colegios y bibliotecas. Por ejemplo a la biblioteca pública de Valencia para que sirviesen de información para la selección y compra.

 

Son muchos los aspectos que  se podrían comentar , desde mi punto de vista el haber sido biblioteca de préstamo para jóvenes durante muchos  años, teniendo en cuenta la escasez de libros en préstamo que hubo hasta los años 60 del siglo XX. Otro aspecto sería  la profesionalidad  en la redacción y elaboración del  análisis  documental: riguroso desde el punto de vista bibliotecario así como documental al realizar el resumen y la crítica.

 

Su intencionalidad  ideológica. También, claro está, sería la atención que siempre prestaban a los lectores, su gusto por atraerlos y cuidar, a su vez de que fuese devuelto el documento. No es de menor importancia haber mantenido en servicio una biblioteca formada por voluntarias desde los años 40 del siglo XX.

 

En los últimos años aunque ya no ha habido movimiento importante de lectores, seguían su marcha normal de análisis documental de libros, realizaban también charlas y sesiones de “Libro-Forum”. 

 

Era, pues, inaplazable conseguir para esta importante documentación un lugar con condiciones y características más apropiadas, a fin de evitar sobre todo que el fondo quedase arrinconado y a su suerte, teniendo en cuenta que su personal además de voluntario eramos personas mayores.

 

El interesante fondo se encuentra disponible en el Seminario Diocesano.

 

 

Carolina  Sevilla

Follow us on Social Media