Desde la Coordinadora de Asociaciones de Archiveros (CAA) queremos expresar nuestro pesar y condena más enérgica a los sucesos acaecidos en Los Palacios y Villafranca y todo nuestro apoyo y solidaridad a nuestro compañero archivero Julio Mayo, a la Asociación de Archiveros de Andalucía y a otras instituciones y personas que están colaborando activamente en recuperar parte de la documentación afectada por el agua y las llamas. Por supuesto, aunque el incendio parece haber sido fortuito, pedimos que se depuren todas las responsabilidades en este grave asunto y que continúe la investigación para aclarar si el incendio se podía haber evitado o que no hubiese llegado a ser tan destructivo.
El patrimonio documental es el hermano pobre de los patrimonios, nadie cuestiona que se restaure y conserve una catedral o una obra pictórica, sin embargo los documentos, que son quienes tienen más que decir, son los eternamente olvidados precisamente por aquellos que tienen que velar por ellos, incluso convirtiéndose en sus más viles enemigos. Ahora le ha tocado a Los Palacios y Villafranca pero mañana puede ser otro archivo. Miles de archivos en este país están desprotegidos y corren un alto riesgo de tener la misma suerte que el desgraciado caso que nos ocupa. Diariamente se producen atropellos al patrimonio de los cuales no se hacen eco los medios de comunicación. Si bien el incendio del archivo de Los Palacios y Villafranca ha saltado a los titulares, lo ha hecho más por el fondo del asunto; la posible destrucción de pruebas de un caso de corrupción, tristemente de moda en España, que por la desaparición de miles de documentos que nunca más se podrán recuperar. Estos documentos son el reflejo no sólo del devenir histórico de una población, sino que también son el garante de los derechos y deberes de sus ciudadanos. Podemos decir que los vecinos de Los Palacios y Villafranca han visto devorada por las llamas gran parte de su identidad, y lo que es más grave, han perdido parte de sus derechos viéndose avocados a la más absoluta indefensión administrativa.
La destrucción voluntaria o no de documentos se une a los eternos problemas por los que los archiveros venimos luchando y denunciado desde ya hace varios años. La desidia e irresponsabilidad por parte de muchas administraciones para con sus archivos es una constante desde hace ya mucho, quizás desde siempre. La acumulación de documentos sin control, sin profesionales cualificados a su cargo, sin infraestructuras que garanticen su conservación, organización y acceso son parte de esas denuncias. Indudablemente está demostrado con trabajos científicos que aquellas instituciones cuyo archivo reúne las condiciones óptimas de funcionamiento repercute positivamente en el funcionamiento global de la institución. La información y el control de la misma es fundamental para el éxito de los proyectos o la resolución de los procedimientos entre otras cosas. Sin embargo, en la decimonónica administración española, los archivos aún no tienen cabida, desechando neciamente un valioso recurso estratégico.
Con esta denuncia desde la Coordinadora de Asociaciones de Archiveros (CAA) queremos dar una llamada de atención sobre lo que está ocurriendo últimamente en los archivos y la pérdida de patrimonio documental así como el que se perderá en un futuro no muy lejano (incluidos los documentos electrónicos) si no se toman medidas contundentes y urgentes para su defensa y protección. En este momento el colectivo de archiveros de este país nos cuestionamos para qué queremos tener unas leyes de transparencia, si precisamente la destrucción de documentos es la antítesis de la misma y no digamos ya del buen gobierno, o lo que es lo mismo, “sin documentos no habrá transparencia”. Qué le vamos a mostrar al ciudadano, qué actuaciones, qué información sobre las actividades administrativas y políticas y sobre todo, qué control van a ejercer sobre las mismas. Por ello si tras los cristales de la Administración ya no hay nada que ver, todo los esfuerzos realizados por convertir a este país más democrático, participativo y cercano a la administración habrán sido en vano.
Que el incendio en el archivo de Los Palacios y Villafranca sirva como acicate para que de una vez por todas el Patrimonio Documental y los Archivos se sitúen en el lugar que merece dentro de la administración y la sociedad, dotándolos de los medios necesarios para su buena conservación, funcionamiento y servicio, como garantes de la memoria y los derechos ciudadanos que son.
Madrid, 16 de Septiembre de 2013.
Coordinadora de Asociaciones de Archiveros (Asociación de Archiveros de Andalucía (AAA); Associació d’Arxivers de Catalunya (AAC); Asociación de Archiveros de Extremadura (AAE); Asociación de Archiveros de la Iglesia en España (AAIE); ); Asociación de Archiveros de la Comunidad de Madrid, (AAM ), Asociación de Archiveros de Navarra (AAN, Asociación de Archiveros en el Principado de Asturias (AAPA); Associació d’Arxivers de Valencia (AAV); Asociación de Archiveros de Castilla y León (ACAL); Asociación Vasca de Profesionales de Archivos, Bibliotecas y Documentación (ALDEE); ANABAD Federación; ANABAD Aragón; Asociación de Archiveros de Canarias (ASARCA); Archiveros sin Fronteras (AsF); ANABAD Cantabria; ANABAD Castilla la Mancha; Coordinadora Archivos Universitarios (CAU); ANABAD Galicia; ANABAD La Rioja; ANABAD Murcia)