Desde luego que nos preocupa cuanto ocurra con cualquier elemento del patrimonio social. Da igual que se trate del cultural o del natural, del material o inmaterial, o cualquiera otra circunstancia que sobre él pese.
Cualquier elemento patrimonial es de interés, pero se da el caso que hay algunos de estos que resultan especialmente señalados. Ese es el caso del Palacio del Infantado en Guadalajara.
En sí el palacio ha sido testigo y escenario, protagonista a veces, de innumerables episodios destacados de la historia de nuestro país. Desde cuando lo ocupaba una de las familias más destacada e influyente del panorama social español, hasta que durante la Guerra Civil Española los aviones de la Legión Cóndor lo destrozaron brutalmente.
En la tardo-postguerra, en los años 60 el edificio fue rehabilitado por el Estado Español, y siempre la casa del Infantado ha dispuesto de un espacio, aunque nunca lo ha ocupado de manera permanente. Un poco como tenerlo porque sí, pera mantener un trozo del perdido oropel de las añoradas épocas señoriales.
De otro lado, el Palacio del Infantado ha sido sede del Archivo Histórico Provincial, de la Biblioteca Pública del Estado en Guadalajara, y de Museo Provincial, así como de éste continua siéndolo. Por todo ello, a parte de su valor patrimonial en sí mismo, y de la importancia social e identitaria del edificio para los propios de la ciudad alcarreña, al ser el bien más preciado y conocido en todo el mundo, este palacio es especialmente entrañable para quienes ejercemos estas profesiones, por cuanto queda dicho.
Nuestra colega Archivera, la sra. Senadora, Riansares Serrano ha realizado en sede parlamentaria una defensa a ultranza del espacio, y posicionándose claramente en contra del desproporcionado apartamento de 400 metros cuadrados que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte proyecta habilitar para uso y disfrute de la noble casa del Infantado.
Hay cosas que ya sólo se deberían ver en los libros de historia.
Tras la interpelación parlamentaria de la Senadora, el asunto ha suscitado gran interés en todos los círculos sociales de la provincia de Guadalajara-
José María Nogales Herrera
Presidente
Federación ANABAD