La cuestión de la creatividad humana es una realidad que hoy más que nunca está saliendo a la superficie gracias a la visibilización que proporciona el uso de las redes sociales. El uso masivo de estas herramientas no es más que el correlato de la capacidad para crear y la necesidad de transmitir y compartir dicha capacidad creativa que el ser humano posee de forma inherente.
En la actualidad, el consumo de ficción, así se intente frenar, es imparable, y está potenciado por la llegada de Internet a la mayoría de la población. Todos, como seres nodulares, estamos interconectados y esta interconexión se realiza a través del lenguaje. No dejaría de ser una contradicción entonces que el sistema en el que estamos inmersos despreciase la ficción, entendida como capacidad creadora del ser humano, teniendo en cuenta que uno de los pilares básicos de su existencia se rige precisamente por la comunicación entre seres que han hecho de Internet un elemento indisociable de su vida. El consumo de nuevas formas de relación, la búsqueda de novedosos espacios para la semiótica y la comunicación simbólica, debería hacernos ver lo importante que es el lenguaje de signos como medio para la comunicación de entidades reales.
El curso de posgrado internacional Escrituras: creatividad humana y comunicación (modalidad virtual) propone una línea de trabajo sobre la siguiente hipótesis: si aceptamos que el canal de transmisión de la creatividad es, primordialmente, la palabra escrita, no como fin en sí mismo, sino como transmisión de las diversas artes, la poesía ha de ser entendida como origen y musicalidad, la narrativa como la traducción de una serie de hechos y sensaciones cuya función deviene social si atendemos al concepto aristotélico de mímesis; y, finalmente, el lenguaje teatral y cinematográfico debe entenderse como una suerte de adaptación de ese tipo de herramienta comunicacional del ser humano y, al mismo tiempo, como una de las formas óptimas de instauración del diálogo entre cuerpo social y creatividad humana concreta.
A su vez, la sistematización de estas expresiones artísticas ha de ser llevada a cabo por profesionales capacitados para analizar, filtrar y ensalzar o criticar aquello que carezca de los estándares de calidad estipulados por el cuerpo social contemporáneo. En un mundo repleto de visibilidad virtual, el periodismo narrativo actuaría a día de hoy como una suerte de filtro y como uno de los canales directos de formación de canon artístico, con una interacción mucho más fuerte que la de la academia, para cuya constitución se hace necesaria una sedimentación temporal poco acorde con el ritmo de vida actual. A medio camino entre el ensayo académico, -por lo que debe poseer de investigación, rigor y disciplina- y la construcción de un discurso narrativo con metas de captatio benevolentia, el periodismo narrativo se erige como la salida lógica de la aplicación de la creatividad humana en la vida contemporánea.
Reconocer y practicar las manifestaciones básicas del arte, la importancia de la capacidad creativa del ser humano para el cuerpo social en el que se inserta, conocer las formas de llevar a cabo un discurso literario, diferenciarlo del discurso ensayístico y obtener un conocimiento acerca de cómo aplicar esa capacidad creativa al mundo real a través del ejercicio del periodismo narrativo es la meta fundamental del presente curso.