Como presidente de una asociación profesional, tengo muy clara cuál ha de ser la diferencia entre este tipo de organizaciones, y las de carácter sindical. A cada cual lo suyo. Pero también tengo claro que hay situaciones que en un momento requieren de un pronunciamiento, y eso es lo que ahora me dispongo a hacer. Naturalmente, en este momento más que nunca, lo hago a título particular.
En estos días está en boca de toda la gente la enorme preocupación por las pensiones que habrán de cobrar a su jubilación quienes, tras una completa vida laboral dedicada al desempeño de una actividad profesional en beneficio de la sociedad toda, llegan, por su edad o por las circunstancias que fueren, al momento de su merecido retiro. Lo hacen tras haber estado durante su periodo activo aportando al erario público con sus impuestos, y a la Seguridad Social con sus cotizaciones. Ahora quienes ya están en ese momento vital ven peligrar sus pensiones, y más aún quienes continúan trabajando y cotizando que ven alejarse su edad de retiro cada vez más, y, en la misma proporción disminuyéndolas posibilidades de acceder el día de mañana a una pensión digna y acomodada a las que han sido sus reales cotizaciones.
A un plan público de cotizaciones debe corresponder un sistema público de pensiones, y en todo caso, una meridiana claridad en los planteamientos y ninguna posibilidad de engaño.
Así se lo merecen quienes durante tanto tiempo han aportado al bien común, y quienes con esfuerzo y dedicación continúan haciéndolo cada día.
Es labor de los sindicatos liderar estas propuestas, en ellas no pueden estar ausentes los partidos políticos y todo tipo de asociaciones y colectivos ciudadanos, pero tampoco pueden estar ausentes las asociaciones profesionales, y por ello nos manifestamos a favor de la dignidad en el sistema público de pensiones.
José María Nogales Herrera.
Presidente Federación ANABAD