La artista, que recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera y se mantuvo activa hasta su muerte, ha fallecido en Sanlúcar de Barrameda, escenario de muchas de sus obras.
La pintora y escultora sevillana Carmen Laffón ha fallecido en la madrugada de este domingo a los 87 años, en su domicilio de Sanlúcar de Barrameda, localidad que fue escenario de muchas de sus obras.
Hija Predilecta de Andalucía y reconocida con la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, fuentes de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía han confirmado su muerte a Europa Press. Asimismo, el Museo de Bellas Artes de Sevilla ha lamentado su fallecimiento a través de Twitter, donde ha compartido algunas imágenes de una reciente exposición de la artista:
Por su parte, el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha enviado su pésame a la familia de la artista, a quien se ha referido como “un talento único que ha marcado el arte andaluz”. “En los paisajes de Andalucía siempre estará la esencia de Carmen Laffón“, ha escrito en un tuit.
Nacida en Sevilla en 1934, Laffón está considerada como una de las mejores artistas dentro de la pintura española de la segunda mitad del siglo XX y recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria, como el Premio Nacional de Artes Plásticas. Está previsto que el lunes se celebre su funeral en la parroquia de San Nicolás, en Sevilla.
Obra y trayectoria
De niña, sus padres, que se habían conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid, decidieron no llevarla al colegio y educarla en casa. Se inició en la pintura con 12 años, de la mano del pintor Manuel González Santos, amigo de la familia y antiguo profesor de dibujo de su padre, y a los 15 ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla.
Tras cursar estudios durante tres años en esa institución, se trasladó a Madrid, donde finalizó la carrera en la Escuela de Bellas Artes. En 1954 viajó a París y quedó especialmente impresionada por la obra de Chagall. Al año siguiente, realizó una estancia de estudios en Roma.
A su regreso a Sevilla en 1956 siguió pintando en la casa de verano familiar en La Jara, frente al Coto de Doñana, que acabaría siendo el lugar central de su actividad artística. Allí tenía un estudio, y el Coto de Doñana y su paisaje se convirtieron en el principal protagonista de su pintura.
En 1967 creó, junto a Teresa Duclós y Pepe Soto, la Escuela El Taller y en 1975 se incorporó a la Cátedra de Dibujo al Natural de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. En 1998 fue nombrada académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en enero del año 2000 pronunció un discurso de ingreso titulado ‘Visión de un paisaje’, en el que abordó su relación con Sanlúcar de Barrameda y el coto de Doñana.
El pasado mes de marzo, la artista, que ha estado activa hasta su muerte, regresaba a Madrid después de dos décadas con dos exposiciones, una en el Jardín Botánico y otra en la Galería Leandro Navarro, con sus paisajes más recientes de la costa gaditana.