Mitos sobre los préstamos digitales controlados

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Controlled Digital Lending (CDL) es un método emergente que permite a las bibliotecas prestar libros impresos digitalizados a los usuarios como “se presta un libro impreso”. A través del CDL, las bibliotecas utilizan controles técnicos para garantizar una proporción consistente de “propiedad en préstamo”, lo que significa que la biblioteca hace circular el número exacto de copias de un título específico que posee, independientemente del formato, estableciendo controles para evitar que los usuarios redistribuyan o copien la versión digitalizada. Cuando CDL se adapta adecuadamente para reflejar las condiciones del mercado del libro impreso y los controles se aplican correctamente, CDL está permitido en virtud de la legislación vigente sobre derechos de autor de Estados Unidos. CDL no pretende sustituir a los servicios de licencia electrónica que ofrecen los editores. De hecho, una ventaja significativa de CDL es que aborda el “problema del siglo XX” de los libros más antiguos que aún están protegidos por los derechos de autor, pero que es poco probable que se ofrezcan digitalmente por los servicios comerciales.

El 10 de febrero de 2020 se grabó un seminario web sobre préstamos digitales controlados que destruyen mitos, patrocinado por Internet Archive y Library Futures.

Mito 1: Los préstamos digitales controlados son piratería digital Realidad:  Controled Digital Lending (CDL) utiliza tecnología para replicar el derecho de una biblioteca a prestar obras, en formato digital, a un usuario a la vez.

Mito 2: la CDL perjudica a los autores Realidad: CDL puede ayudar a los autores mejorando la visibilidad, disponibilidad y accesibilidad de sus obras.

Mito 3: Internet Archive inventó los CDL Realidad: CDL es simplemente una aplicación de uso legítimo y el uso legítimo existe desde que existen los derechos de autor.

Mito 4: El uso legítimo no permite escanear libros completos Realidad: el uso legítimo permite el uso de la cantidad necesaria para cumplir con su propósito.

Mito 5: los préstamos digitales perjudican las ventas de los editores Realidad: las bibliotecas digitales y físicas contribuyen a un ecosistema editorial saludable y aumentan las ventas y el compromiso con el trabajo creativo.

Mito 6: La decisión de ReDigi hizo ilegal los CDL Realidad: La decisión ReDigi abre el potencial para usos más tecnológicos, como CDL, para acceso educativo no comercial.

Mito 7: CDL solo beneficia a las personas que no quieren comprar libros Realidad: CDL ayuda a los usuarios con problemas de acceso limitado a acceder a los libros.

Mito 8: las bibliotecas “reales” licencian libros electrónicos Realidad: las bibliotecas preservan la información y la preservación requiere propiedad, no acuerdos de licencia.

Mito 9: Las bibliotecas necesitan permiso de autor y editor para los CDL Realidad: el control del autor y el editor finaliza en el momento en que se compra un libro y luego comienza el uso justo.

Mito 10: las bibliotecas digitales no son bibliotecas “reales” y no tienen los mismos derechos Realidad: la ley de derechos de autor no distingue entre bibliotecas digitales y físicas.

Esta entrada se publicó en Bibliotecas y está etiquetada con BibliotecasDerechos de autorLibros electrónicosPirateriaPréstamo digitalUso justo en febrero 11, 2021

FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO
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