Carmen Cacho. Conservadora-Jefe del Departamento de Prehistoria (jubilada) del Museo Arqueológico Nacional

El interior de la Península Ibérica ha proporcionado estos últimos años algunas novedades que amplían el registro conocido hasta el momento para el Paleolítico Superior, particularmente rico en evidencias del Magdaleniense. Uno de los sitios que más ha enriquecido este panorama ha sido La Peña de Estebanvela en las proximidades de la sierra de Ayllón (Segovia), en la zona sur de la cuenca del Duero.

Una amplia secuencia desde el Magdaleniense Medio hasta el Magdaleniense Final, fechada con la serie más larga de dataciones radiocarbónicas para la Meseta, y una investigación pluridisciplinar en la que han participado numerosos especialistas (geólogos, botánicos, arqueozoólogos, traceológos, tecnólogos …) junto con el hallazgo de importantes series líticas, óseas, elementos de adorno y un importante conjunto de arte mueble son algunos de los rasgos a destacar de este yacimiento, único por el momento en la región.

La investigación de este equipo interdisciplinar ha permitido reconstruir el paisaje de su entorno, la dieta alimenticia, la organización del espacio habitado (hogares), los modos de vida y la movilidad de los grupos magdalenienses que acamparon en este asentamiento de manera recurrente desde la primavera hasta el otoño entre hace unos 14.000 -10.000 años aproximadamente.