La ensayista se consolidó como una de las principales pensadoras españolas del siglo XX y fue la primera mujer en ser reconocida con un Premio Cervantes
Un día como hoy de 1904 nacía María Zambrano, cuyo pensamiento la llevaría a convertirse en una de las principales figuras de la cultura española del siglo pasado. Durante su extensa trayectoria, Zambrano cosechó éxitos tanto profesionales como personales, llegando consolidarse como un ejemplo de la intelectualidad antifascista y republicana de su época por su compromiso social y cívico.
Un compromiso que mostró a través de su filosofía y la poesía, dos disciplinas que la ensayista entremezcló, formando así una unión de la cual nacieron sus numerosas obras literarias. Su razón poética quedó plasmada en libros como El hombre y lo divino, Claros del bosque o Persona o democracia, siendo este último el mejor ejemplo de sus reflexiones como ciudadana.
La trayectoria de Zambrano se topó con la Guerra Civil. Aunque residía en Chile desde 1936 por la labor de su marido como embajador del país, Zambrano volvió a España en 1939 cuando la derrota del bando republicano era prácticamente definitiva y los intelectuales comenzaban a huir por la amenaza franquista. “¿Por qué vuelven ustedes a España si saben muy bien que su causa está perdida?”, reconoce Zambrano que le preguntaron tras su regreso en una de sus obras. “Pues por esto, por esto mismo”, respondió ella. Posteriormente, la malagueña se vio obligada a huir al exilio tras el establecimiento del fascismo en España.
Un gesto rebosante de valentía y dignidad por el que, entre muchos otros, las redes han homenajeado a la pensadora. Lamentablemente, la aportación a la riqueza cultural de Zambrano no fue reconocida hasta los últimos años del siglo XX. Cuando ya era anciana, a malagueña recibió en 1981 el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades y años más tarde, en 1988, se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Cervantes.