La necesidad de la virtud

 No estoy tan seguro de que la expresión “…hacer de la necesidad virtud…“ sea algo enteramente positivo, o al menos de que siempre lo sea.

 

Es el caso que el Ayuntamiento de Galapagar, en  la provincia de Madrid, ha difundido una noticia por todos los medios bajo el titular: “Un nuevo programa de colaboración social da trabajo a 6 desempleados de Galapagar”. Si la noticia fulera solamente ésta, sólo cabría la posibilidad de felicitar a los beneficiarios de este programa y congratularnos con la administración municipal de Galapagar por lo acertado de la medida.

 

 

 

Pero continuamos leyendo: “… Hasta el mes de julio, realizarán labores de mejora del archivo municipal, mantenimiento de los colegios públicos y acondicionamiento de aulas de la Pocilla…”.

 

Nos parece muy loable  la intención del gobierno municipal propiciando proyectos de utilidad social, lo que permitirá a los afectados volver al mundo laboral y adquirir más experiencia y formación. El Concejal de Empleo afirma que se trata de una iniciativa más para fomentar el empleo.

 

Aquí ya hemos de manifestar nuestra disconformidad con su argumento, pues esta iniciativa viene precedida de una serie de  masivos despidos que en su día, y de manera inopinada, practicó el gobierno municipal de Galapagar sobre una parte notable de la plantilla laboral del Ayuntamiento poniendo en peligro el correcto funcionamiento del mismo. Fue aquella una medida arriesgada y temeraria que sin duda, por lo que tenemos entendido afectó al normal funcionamiento de la maquinaria municipal. Los puestos de trabajo en su momento eliminados, en su día habían sido convocados  de manera legal, cubiertos mediante  sistema de oposición, aunque se trataran de plazas laborales, por lo tanto, plazas normalizadas en todos los sentidos.

 

En concreto nos preocupa en este caso la desaparición de la plaza de Archivero Municipal, que fue una de esas eliminadas en aquel tiempo. No podemos comprender el proceder de las autoridades municipales:

 

Siendo, como era, por presupuesto y población, un municipio con obligación de tener creada y cubierta la plaza de Archivero Municipal, así la tenía, y el Archivo, en tales circunstancias, funcionaba con plena normalidad, pese a lo cual se elimina la plaza y el Archivo pasa a estar completamente desatendido, sin persona técnica a su cargo y normalizando el irregular funcionamiento del mismo.

 

En tal circunstancia se crea, sin tener por qué, una gran necesidad, la de cubrir una plaza de responsable del Archivo Municipal, o algo así, y lo plantean como un hecho virtuoso. No hay tal virtud, pues podían haber evitado la necesidad.

 

Tras la frase “…realizarán labores de mejora del archivo municipal …”, no hay otra cosa que la confesión del estado de deterioro  y mal funcionamiento en que puede caer una institución como el Archivo Municipal cuando no hay un empleado público con empleo estable como responsable de dicho archivo.

Este tipo de acciones de promoción del empleo que el Ayuntamiento de Galapagar quiere poner en valor van dirigidas por lo general a personas sin un determinado nivel formativo, por lo tanto cabe que nos preguntemos muchas cuestiones:

 

.- ¿Qué ha ocurrido en los últimos años en el Archivo Municipal de Galapagar? 

.- ¿Quién está a cargo de él y en qué condición?

.- ¿Quién va a asumir ahora la formación del personal propio de este proyecto?

.- ¿Quién va a dirigir sus tareas de mejora del Archivo?

.- ¿Qué entienden en el Ayuntamiento de Galapagar por mejora del Archivo?.

 

 

El Archivo Municipal de Galapagar disponía de una plaza laboral de Archivero Municipal, ocupada, mediante una oposición por quien en ese momento era, y hoy sigue siendo, el Presidente de la Federación ANABAD, mi buen amigo Miguel Ángel Gacho Santamaría, quien, precisamente por ello no quiere manifestarse en este espacio. Sin embargo, bajo mi personal responsabilidad, opino que este espacio está y siempre deber continuar abierto a la denuncia de cuantas situaciones se quieran poner de manifiesto por parte de sus asociadas y asociados.

 

También poseía el Ayuntamiento de Galapagar un Reglamento, publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid; número 94, de fecha 21 de abril de 2.010. Su artículo 7 está dedicado al Personal, en  él leemos:

 

“ 1º El Archivo Municipal contará con personal especializado suficiente, con la titulación adecuada, y con el apoyo del personal auxiliar y subalterno necesarios, conforme a los artículos 22.2 y 24.2 de la Ley 4/1993, de 21 de abril, de Archivos y Patrimonio Documental de la Comunidad de Madrid, … 

 

2º La dirección científica, técnica y administrativa del Servicio corresponderá al Archivero Municipal …”

 

Cabe aquí preguntarse si el Ayuntamiento de Galapagar ha modificado  la redacción del Reglamento de su Archivo, o simplemente ahora, como antes, no tiene intención de cumplir sus preceptos.

 

Siempre seré un defensor de la autonomía local, pero esto no exime a las restantes administraciones del cumplimiento de sus funciones. ¿Qué hacen las Administraciones Central y Autonómica en casos como éstos?. Más bien nada.

 

La Comunidad de Madrid ha otorgado al Ayuntamiento de Galapagar en diversos ejercicios una cantidad que supera los 100.000 € en materia de instalaciones o en microfilmación, digitalización del fondo documental, pero siempre en esas bases de convocatoria de subvención estaba claramente reflejada la obligación de los ayuntamientos perceptores de la ayuda de disponer de una plaza técnica de Archivero o Archivera,¿Por qué no vela por el cumplimiento de sus propias órdenes?.

 

Pedimos y requerimos de las administraciones que no manipulen de esta manera con respecto a la existencia de los puestos de trabajo en los Archivos.

 

 

 

 

 

 

 

 

José María Nogales Herrera

Vicepresidente

 

FEDERACIÓN ANABAD 

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