La fototeca del Archivo sigue creciendo

  • Desde el Archivo agradecen las donaciones de particulares que «aumentan los fondos y los enriquecen»

  •  

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Ya hay más de 27.000 fotografías históricas, artísticas y familiares accesibles a través de internet

El Archivo Municipal abrió una ventana digital a su fototeca en 2004. Entonces, contaba con 2.500 de las fotografías del archivo de Foto Kruz que el Ayuntamiento había adquirido. Con esfuerzo, el personal de este servicio ha ido añadiendo a la fototeca digital más y más contenido. Ya son 57.469 los originales escaneados y más de 57.000 cuentan con su propia ficha descriptiva con los lugares, personas o temas que recoge. En torno a 30.000, por su carácter personal (principalmente los retratos de Foto Kruz), sólo pueden consultarse en los ordenadores del propio Archivo. Pero eso significa que en torno a 27.500 están accesibles online.

Hay verdaderas joyas, como las que ilustran éstas páginas. Y lo más importante es que el volumen sigue en aumento. «Es digno de agradecer el interés mostrado por muchos particulares que vienen aportando material para enriquecer, para disfrute de todos, nuestro patrimonio cultural e histórico», valora la archivera municipal, Sagrario Arrizabalaga. Entre las aportaciones de los últimos años destaca la del artista Felipe Iguíñiz, que donó unas 55.000 imágenes entre diapositivas y negativos, que poco a poco se van incorporando a la colección digital. Pero en los últimos años, los aportes han llegado desde muchos hogares irundarras: «la familia Aguirreche-Graner, Gorka Álvarez, Manuel Bandrés, Jorge Behobide, Carmen Bidegaray, Ricardo Campos, José María Castillo, Román Eguiazabal, Juncal de la Fuente, José Antonio Gaztelumendi, la familia Guitera-Rubio, José María Pelayo, Álvaro Ripa, Santiagotarrak, Mercedes Rodríguez-Sierra, Iñaki Tristán, la familia Zaragüeta-Camino, la familia Zugasti…» Arrizabalaga hace el esfuerzo por citar en orden alfabético a los que han aportado «los lotes más numerosos y, en la mayoría de los casos, de más antigüedad. Es imposible citar a todas las personas que han colaborado, que han aportado sus fotos, donándolas o cediéndolas temporalmente para su digitalización, pero el agradecimiento sí es para todas ellas».

 

 

En los poco más de 10 años que lleva en marcha el acceso online a la fototeca municipal ésta no ha dejado de crecer, añadiendo imágenes del Irun antiguo, fundamentalmente, aunque con algunas contemporáneas, y sin olvidar que también van entrando «fotografías de otros muncipios, de Hondarribia, sobre todo, pero también de Hendaia, San Sebastián y otros muchos municipios guipuzcoanos».

Pero tan cierto como que los fondos van aumentanto lo es también que el ritmo de su digitalización y su puesta a disposición online no es tan alto como al personal del Archivo le gustaría. «Lleva mucho tiempo y otras obligaciones propias de la gestión del Archivo nos impiden dedicarle todas las horas que quisiéramos».

El entusiasmo inicial llevó a una carrera por digitalizar en cantidad, pero la experiencia aconseja invertir más tiempo aunque para ello haya que reducir el ritmo. «Antes de escanear, sobre todo con colecciones de postales, cotejamos que no se hayan añadido previamente para evitar duplicados innecesarios». Además, se invierten horas en las fichas descriptivas tanto de las nuevas entradas como de aquellas que se incorporaron en su día sin asientos descriptivos. «Entre 2015 y lo que llevamos de 2016, hemos actualizado más de 5.000 fichas con descriptores y palabras clave (personas, elementos y lugares que aparecen en la imagen), tratando de fijar la fecha», un trabajo que muchas veces va más allá de la observación y requiere «consultar la hemeroteca de prensa local y bibliografía», señala Arrizabalaga.

En esa labor también ha encontrado «una colaboración digna de reconocimiento por parte de algunos usuarios, como Nicolás Aguirre o Rafael González, que esporádicamente nos ayudan a matizar y completar la información sobre algunas imágenes, incluso a corregir datos incorrectos»

Un uso cada vez mayor

Cuando el Ayuntamiento hace público el balance anual de visitas a sus diversos servicios online, la fototeca de la sede digital del archivo siempre está entre los primeros clasificados.

El propio consistorio es un cliente habitual. Los calendarios municipales de los ultimos años han recogido efemérides históricas como la llegada del ferrocarril, el nacimiento de Luis Mariano, el centenario del Real Unión y los 250 años de la independencia de Irun respecto de Hondarribia, en este 2016. La mitad de las imágenes en estos casos son actuales y la otra mitad, históricas, para las que la fototeca es un recurso insustituible. También ha sido la fuente de la que han manado las imágenes que decoran el muro de la plaza de San Juan y otro en la calle Mayor, así como de instantáneas publicadas en la revista municipal.

No es la única institución que se ayuda de este fondo digitalizado. «Cada vez más entidades públicas y privadas recurren al archivo para publicaciones o exposiciones». Arrizabalaga tiene en la cabeza un largo listado de ellas, pero no se olvida de que, muchas veces, este archivo fotográfico ayuda en objetivos menos ambiciosos pero más cercanos. «Hay gente que busca fotos de familiares o de casas o negocios que ya no existen y que guardan algún tipo de relación con su familia. Por eso quieren imprimir las fotos, las enmarcan y las usan como objeto decorativo».

No hay que negar que más allá del evidente uso en este reportaje, las imágenes de la fototeca han sido inestimable recurso para los medios de comunicación locales. Pero quizá, sin quitarle importancia a todo lo mencionado, lo más gratificante de este servicio sea perderse en su inmensidad sin andar detrás de nada concreto; disfrutar de miles de imágenes que presentan escenas y lugares para muchos desconocidos y para tantos ya casi olvidados. Quienquiera puede probar. Sólo hay que entrar en irun.org/archivo y hacer click en Fototeca.

Follow us on Social Media