Estrenada en San Petesburgo en 1842
La BNE adquiere la partitura manuscrita de la ópera Ruslan y Lyudmila de Glinka
-17 de diciembre de 2015- La Biblioteca Nacional de España ha incorporado a sus fondos una partitura manuscrita de la ópera Ruslan y Lyudmila del compositor ruso MikhailGlinka, protagonista del romanticismo musical europeo.
La partitura manuscrita que ha adquirido la BNE (signatura M.Guelbenzu/1593) es un álbum apaisado muy bien conservado y de gran formato, con 612 páginas, que está fechado en 1843 y que contiene una copia completa, de muy alta calidad, de la partitura general de su ópera Ruslan y Lyudmila, una de las dos únicas óperas que compuso. El manuscrito es, sin duda, muy próximo al compositor, y fue realizado en fecha cercana al estreno de la obra en el Teatro Imperial de San Petersburgo (noviembre de 1842), por lo que podría tratarse de una de las primeras copias realizadas de su versión definitiva. Según todos los indicios, debió de ser entregado por el propio Glinka a su amigo Guelbenzu, ya que se conservaba en su colección. La biblioteca de Juan María Guelbenzu fue adquirida por la BNE al librero Francisco Rico en varias entregas, durante los años 1990, 1995 y 2003; la colección está formada por cerca de 4.000 documentos, entre los que se cuentan alrededor de un centenar de primeras ediciones de Glinka. El especial valor de este manuscrito de Ruslan y Lyudmila debió de ser la causa de que su anterior propietario decidiera reservárselo, por lo que la BNE no ha tenido oportunidad de adquirirlo hasta 2015.
La mayor parte de la obra autógrafa de MikhailGlinka se conserva en San Petersburgo, en la Biblioteca Nacional Rusa y el Instituto de Historia de las Artes de Rusia, donde existe su archivo personal y un denominado Cuaderno español de Glinka. La adquisición de esta partitura completa de forma muy significativa la Colección Guelbenzu de la BNE y la aparición de esta nueva fuente despertará, sin duda, gran interés entre músicos e investigadores a nivel internacional.
MikhailIvanovichGlinka (1804-1857)fundador del llamado “nacionalismo ruso”, fue uno de los más grandes compositores de todos los tiempos. En vida tuvo enorme éxito y su influencia musical se sintió en toda Europa y muy especialmente en España; su música sigue escuchándose con frecuencia en salas de conciertos y teatros de ópera de todo el mundo.
Desde edad muy temprana Glinka sintió fuerte atracción por nuestro país y soñó con conocerlo. Por motivos de salud, encontró oportunidad de viajar a España por primera vez en 1845 y en años sucesivos pasó temporadas en Madrid y Sevilla, donde trabó amistad con muchos artistas españoles, especialmente con el pianista y compositor Juan María Guelbenzu, profesor de música de la Familia Real y el primer anfitrión musical que tuvo en nuestro país. Durante su estancia en España Glinka coleccionó diversos cuadernos de viaje, donde reunía autógrafos de sus amigos españoles, dibujos de tipos populares y música tradicional, que reutilizaría más tarde en sus composiciones; entre las obras que escribió inspiradas en nuestra música popular es especialmente famosa su Jota aragonesa, pero también destacan sus Dos oberturas españolas( Recuerdos de Castilla y Souvenirsd’unenuitd’été à Madrid). Su amor a España y su gusto por nuestra música hizo que planeara otro viaje entre los años 1854 y 1855, que quedó frustrado por el estallido de la Guerra de Crimea.
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