La Biblioteca Pública de Vancouver considerada el mejor sistema de bibliotecas en el mundo

  

 

Según un estudio realizado por la Universidad Heinrich Heine de Düsseldorf, la Vancouver Public Library y Montreal public-library fueron calificados como las bibliotecas Número 1 en el mundo.

Las ciudades son espacios informativos prototípicos de la sociedad del conocimiento. Las bibliotecas públicas juegan un papel importante como parte de este entorno inteligente de los conocimientos e infraestructuras creativas de estas ciudades. Las bibliotecas tienen valor económico como factores de localización en los dos espacios informativos tanto en el mundo físico com en el digital.

Vancouver Public Library es considerada el mejor sistema de bibliotecas en el mundo. Una de las claves es que la biblioteca no sólo proporciona la literatura a los ciudadanos, sino que también actúa como un refugio para los sin techo. Para llegar a esta afirmación el estudio llevo a cabo un análisis de los servicios prestados por las bibliotecas y los espacios digitales y físicas de los 31 centros de biblioteca más grandes del mundo. Las bibliotecas fueron valoradas por sus servicios, espacios físicos y recursos en línea, así como la manera que apoyan a sus ciudadanos. Otras bibliotecas públicas reconocidas en la lista, que se ha publicado en LIBRI: International Journal of Libraries and Information Services incluyen las bibliotecas públicas de Toronto, Chicago, San Francisco y Shanghai.

Muchas de las bibliotecas del estudio ofrecen recursos electrónicos a sus ciudadanos sobre todo, libros electrónicos, revistas electrónicas y bases de datos bibliográficas. Las bibliotecas ofrecen servicios de referencia digitales a través de formularios de correo electrónico y Web. Su presencia en los medios sociales está dominado por mensajes en Facebook y Twitter. Casi todas las bibliotecas públicas analizadas representan hitos arquitectónicos atractivos en su región. Además de ofrecer espacios para los niños, las bibliotecas ofrecen espacios para aprendizaje en común y, en menor medida espacios de trabajo modulares. La mayoría de las bibliotecas ofrecen Wi-Fi dentro de sus edificios; más de la mitad de las que se investigaron en el trabajo disponen de tecnología RFID. Pero la biblioteca pública prototípica en la sociedad del conocimiento tiene dos servicios principales: (1) Ser un soporte para sus ciudadanos, empresas y administraciones de la ciudad y/o región con servicios digitales, a saber, recursos electrónicos, así como los servicios de referencia para comunicarse con sus usuarios a través de los medios de comunicación social; y (2) Proporcionar espacios físicos de encuentro, de aprendizaje y de trabajo, así como áreas para niños y otros grupos, en un edificio que es un símbolo de la ciudad.

Un aspecto que también se tuvo en cuenta fue del amplio apoyo social de la biblioteca, en el caso del sistema de bibliotecas de Vancouver, el 94 por ciento de los residentes consideraron que estaban dispuestos a apoyar a su biblioteca con el dinero de sus impuestos. Es el tercer sistema de bibliotecas más grande de Canadá y el 62 por ciento de la gente dice que no leería libros si no tuviera la biblioteca.

El sistema bibliotecario VPL fue fundado en 1869, y la primera sucursal establecida se contruyo en el barrio de Kitsilano en 1927. Actualmente la VPL se ubica en un edificio de nueve plantas con más de 32.000 metros cuadrados y tiene capacidad para 700 puestos de estacionamiento de vehículos en su zona subterranea.

 

 Áreas de lectura y de estudio a los que se accede por puentes sobre patios de luces

La decisión de construir el proyecto surgió después de un referendum público favorable A su realización en noviembre de 1990. La ciudad llevó a cabo un concurso para elegir un diseño para el nuevo edificio de la biblioteca. El diseño presentado por Moshe Safdie fue el más radical de todos los presentado y sin embargo el favorito del público. El edificio actual ocupa una manzana de la ciudad en el centro de Vancouver, se trata de un espacio rectangular de nueve pisos enmarcado en una superficie elíptica. Esta explanada con techo de cristal sirve como un vestíbulo de entrada a la biblioteca y como centro de actividades con áreas de lectura y de estudio a los que se accede por puentes sobre patios de luces con luz natural. Como si fuera una metáfora de su capacidad de acogida e integración ciudadana, los espacios públicos que rodean la biblioteca forman una plaza permanentemente abierta al público.

  

 

 un espacio rectangular de nueve pisos enmarcado en una superficie elíptica

 

El exterior del edificio se asemeja al Anfiteatro de Flavio o Más conocido como el Coliseo de Roma. Además de su función como biblioteca central del sistema y de la ciudad, el proyecto también incluye tiendas, restaurantes, y un aparcamiento público subterráneo. El edificio de la Biblioteca cuenta con un jardín en en la azotea diseñado por la arquitecto paisajista Cornelia Oberlander. El jardín de la azotea no es accesible al público.

  

 

 En 2013 la VPL atendió a cerca de 428.000 miembros activos, tuvo más de 6,9 millones de visitas y prestó 9,5 millones de artículos que incluyen: libros, libros electrónicos, CD, DVD, periódicos y revistas.

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