La asociación de archiveros insta al Gobierno a que solo estos profesionales puedan presentarse a cubrir este puesto
La Asociación Cántabra de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y Documentalistas, ANABAD-Cantabria, ha instado al Gobierno regional a que solo estos profesionales puedan prestarse para cubrir este puesto en la oferta de empleo público.
En un comunicado, la Junta Directiva de la asociación ha denunciado que el Gobierno ha publicado en el Boletín Oficial de Cantabria de 29 de noviembre la orden para el concurso de méritos para el traslado entre funcionarios, en la que ANABAD ha comprobado “con indignación” que un puesto de archivero en el Archivo Histórico Provincial se oferta a cualquier funcionario sin tener en cuenta su formación y/o especialidad.
“Como asociación profesional estamos obligados a defender a nuestros profesionales frente al intrusismo laboral; por eso nos entristece que quien debiera dar ejemplo (la Administración Pública) sea precisamente la que cometa este tipo de errores”, ha lamentado la agrupación.
Y ha advertido que el resultado de este “despropósito” es que esta plaza de archivero podría ser ocupada por una persona ajena a la profesión, sin los estudios ni conocimientos técnicos necesarios para realizar los trabajos propios del puesto, “malgastándose una vez más el dinero de todos los contribuyentes”.
ANABAD ha enfatizado además que el Archivo Histórico Provincial custodia una buena parte del patrimonio documental de Cantabria “del que precisamente el Gobierno de Cantabria es el máximo garante”. Es por ello que “poner en manos de personas sin cualificación técnica una parte de nuestro patrimonio” es, en su opinión, algo “totalmente negligente e impropio de una administración pública en los tiempos actuales y en un país desarrollado”.
Por ello la asociación ha instado “a los responsables de este dislate a repararlo de forma inmediata” y evitar que en un futuro se pueda volver a producir en otros puestos del Archivo Histórico Provincial o de cualquier otra institución cultural, y que las personas que trabajen en los mismos respondan siempre a los principios de igualdad, mérito y capacidad, puesto que “en este caso los dos últimos no se dan”, en su opinión.