Ebook Purchasing in Academic Libraries: key issues and emerging trends,  [e-Book] A No Shelf Required

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En 2017, el universo de libros electrónicos y contenidos digitales continúa creciendo a un ritmo vertiginoso, por lo que es muy difícil hacer un seguimiento de los títulos que van apareciendo en el mercado. En lo relativo a temas de usabilidad, la industria está haciendo grandes esfuerzos en mejorar la experiencia de usuario, pero aún quedan pendientes muchas cuestiones por resolver. Sin embargo aún quedan muchos aspectos pendientes de resolver.

En líneas generales, las cuestiones que nos planteamos los profesionales de las bibliotecas en torno a la integración del libro digital en la colección tienen que ver con aspectos tales como: ¿Puede mi biblioteca pagar el nuevo producto o servicio? ¿Qué modelo es el más adecuado para agilizar los flujos de trabajo? ¿Cuánto contenido de calidad está disponible? ¿En que medida podremos disponer de los títulos a perpetuidad? ¿Qué sucederá si mi biblioteca no renueva una suscripción a un producto que ya no satisface las  necesidades de la institución? ¿Tendrá la biblioteca una visión clara del uso del producto por parte del cliente? ¿Como se integrará el nuevo producto en el catálogo de la biblioteca? ¿Quién es el proveedor de contenido y cuál es su credibilidad en el mercado?

Esta serie de artículos tiene como objetivo aclarar algunos de los desafíos relativos a la adquision de libros electrónicos que los bibliotecarios de instituciones académicas han tenido que afrontar en los últimos años en sus esfuerzos para seguir apoyando adecuadamente la investigación en sus universidades. El objetivo del estudio es discutir las cuestiones clave relacionadas con la compra de libros electrónicos y aclarar algunos conceptos erróneos que aún persisten dentro de la industria, no sólo sobre la naturaleza de los libros electrónicos sino, más importante, sobre los modelos de negocio de libros electrónicos ofrecidos a las bibliotecas. Estos modelos continúan evolucionando a la par que los bibliotecarios, editores y agregadores van ajustando sus expectativas y aprendiendo de las mismas.