En mayo de 2024, la comunidad internacional celebró el 70.º aniversario de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (Convención de La Haya).
Lamentablemente, esta Convención es más importante que nunca, ya que los conflictos y la inestabilidad política continúan amenazando la vida y los medios de vida humanos, además de causar una destrucción a gran escala del patrimonio cultural.
La Convención compromete a los Estados a hacer esfuerzos para proteger el patrimonio cultural de todo tipo tanto en tiempos de paz como durante los conflictos. Se les alienta a reforzar las medidas de preparación y respuesta de emergencia, desarrollar iniciativas para capacitar al personal militar en reglas de enfrentamiento que protejan los bienes culturales, enumerar sitios especialmente importantes para una mayor protección y crear conciencia entre el público en general y los profesionales culturales.
IFLA se unió a socios de todo el mundo en La Haya para conmemorar los 70 años de protección del patrimonio cultural en una conferencia organizada por la UNESCO y el Reino de los Países Bajos.
Es en esta ocasión que nos unimos a organizaciones hermanas y miembros fundadores de Blue Shield International para reafirmar nuestros llamados a la protección de archivos, bibliotecas, museos y lugares patrimoniales durante los conflictos armados y la inestabilidad política.
El Consejo Internacional de Archivos (ICA), el Consejo Internacional de Museos (ICOM), el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias (IFLA) han establecido una asociación de larga data para exigir la protección de todas las formas de patrimonio cultural.
Si bien reafirmamos que la protección de la vida humana es de suma importancia, también deploramos los ataques y la destrucción de museos, archivos, bibliotecas y lugares patrimoniales, ya que son una parte vital y única de la cultura de los pueblos afectados por el conflicto.
Esta declaración es una señal de solidaridad en todo el sector del patrimonio cultural: unir voces para instar a todos los involucrados en conflictos a respetar el trabajo de estos profesionales y proteger sus vidas e integridad.
Alentamos a los profesionales bibliotecarios a hacer referencia a esta Declaración en actividades de promoción a nivel nacional, fomentando una mayor acción por parte de las autoridades para proteger los bienes culturales y promoviendo la solidaridad entre bibliotecas, archivos, museos y lugares patrimoniales.