El 1333, el mal año primero , ocupa en la memoria de Barcelona un lugar especial para que hambre y epidemia fueron de la mano. Varias crónicas recogen este episodio, pero las rúbricas de Bruniquer nos dicen textualmente que hubo En el año 1333, grandes carestías, y peste para que en poco tiempo murieron mas de diez mil hombres. La ciudad perdió un 20% de la población.
El 1348a una nave genovesa llevó la epidemia en Barcelona, se trataba de la peste negra, una pandemia que originada en China y transmitida a través de Siria, Anatolia, Sicilia y Génova llegó a Barcelona por las redes comerciales del Mediterráneo. El foso bajo la Plaza de los Santos Justo y Pastor es testigo. A partir de aquí la peste ya no deja de estar presente en la documentación de forma reiterada: la de 1391 guarda relación con un grave asalto al barrio judío y el 1,396 Martín el Humano fue a Perpiñán preventivamente. Encontramos periodos de varios años como 1452-58 , 1465-66 … en que parece que la epidemia no abandona la ciudad.
En el cambio del s. XV al XVI y con la intención de dar una respuesta institucional, el Consejo de Ciento decidió crear la Octava del Morbo o comisión de ocho personas encabezada por Batlle del Morbo o morbo, un bastón en la cabeza y seis oficiales más. No es de extrañar ya que la jurisdicción en materia de sanidad pertenecía totalmente al gobierno municipal. Lo que en inicio era una comisión provisional asociada a la emergencia se convirtió en comisión permanente. En el momento de crisis la Octava contrataba un número reducido de oficiales llamados «bastoners» que despedía en revertir la situación y certificarse que había vuelto la salud. A lo largo del s. XVII la Octava se consolidó, se amplió a Duodécima y se dotó de más oficiales.
En algunas ocasiones la epidemia fue más leve: 1507 , 1515 , 1520 , pero la documentación habla de episodios muy duros: 1530 -1532 , 1558 o 1589 año en que entre el uno de julio y el 16 de agosto murieron 3.313 personas.
Y de nuevo el 1650-1652 la ciudad entró en pánico. Los Consejeros tuvieron que abrir conversaciones con diputados del Real Consejo y del Gobernador, ya que estos últimos querían abandonar la ciudad mientras que los primeros sostenían que la ciudad debía restar adornada. En esta ocasión el brote llegó procedente del norte de África a través de los barcos mercantes valencianos y catalanes, a pesar de las medidas tomadas la ciudad perdió un 20% de su población. El 1705 la peste aún causó la muerte de 10.000 habitantes
Parece que el principal papel del gobierno municipal consistía en no detener la actividad de gobierno. Aunque no tuvieran lugar en la Casa de la Ciudad, se seguían celebrando los consejos para tomar resoluciones relativas a cuestiones puntuales como el acceso a la ciudad por tierra o mar, la vigilancia por parte de los Portalera, la garantía de abastecimientos, el confinamiento de contagiados, etc … se velaba que médicos y cirujanos no se fueran de la ciudad, se llamaban guardas del morbo y se reforzaban los capdeguaytes para mantener activa la vigilancia de la ciudad día y noche y previsiblemente para mantener la comunicación con núcleos de población con humaredas o ahumadasde día y fuegos de noche. Se encargaba y garantía la búsqueda de difuntos, la recogida de los mismos con carros y literas y el entierro inmediato, así como la quema de objetos y ropas.
También se promovían procesiones, peregrinaciones y oraciones mientras duraba el contagio y celebraciones solemnes con Te Deum cuando la epidemia acababa.
Si nos preguntamos por el papel de los hospitales en estas ocasiones, debemos tener en cuenta un marco social extraordinariamente diferente al actual. En la Edad Media la palabra hospital tenía sentido de casa donde se recogen peregrinos, pobres o enfermos, que se puede hacer extensivo a huérfanos, orates, mujeres, niños, y todo tipo de gente sin medios. Si bien es cierto que antes de 1401 Barcelona tenía seis hospitales que se reunieron en uno solo, el de la Santa Cruz , estos distaban mucho de ser lugares donde la gente fuera a curar a ella y la cobertura que podían dar en situación de epidemia sería menos que escasa. El 1562 el Consejo compró el monasterio de los Ángeles viejos como hospital de peste pero como era demasiado cercano a la ciudad el1651 los contagiados se instalaron en el Monasterio de Jesús al actual cruce de Paseo de Gracia- Aragón. La documentación nos dice que religiosos, doctor, cirujanos y asistentes velaban en salas diferentes enfermos y convalecientes.
Puede consultar las Rúbricas de Bruniquer