El Codex Gigas, que en latín significa ‘libro grande’, o Biblia del Diablo es un imponente manuscrito originario de la República Checa. Considerado en su época una de las ocho maravillas de mundo, es único por dos motivos: en primer lugar, por su enorme tamaño; con 624 páginas, mide 92 centímetros de alto, 50 cm de ancho y 22 cm de grosor, y pesa 75 kilos.
Por otro lado, su singularidad viene dada desde su nombre, hasta el hecho de contener en una de sus páginas una representación del diablo, incluida la leyenda detrás de este códice y los misterios, que aún no encuentran explicación.
Acerca de su historia, se sabe que proviene de Bohemia, ciudad de la República Checa; es probable que fuese escrito en un monasterio benedictino de Podlazice. Al ser destruido el mismo, fue trasladado a Praga y pasó a formar parte del patrimonio del Emperador Rodolfo II. Durante la Guerra de los Treinta Años en Europa, Suecia desmanteló esa zona y se llevó este ejemplar. Desde esa fecha hasta el año 2007 fue conservado en la Librería Real Sueca de Estocolmo, hasta que se produjo un incendio y la Biblia del Diablo se logró rescatar gracias a que fuera arrojada por una ventana; de allí se cree que perdió algunas de sus páginas.
En los últimos dos años, equipos de científicos vienen investigando más sobre sus orígenes, su autor y el porqué de su contenido, que incluye el Antiguo y Nuevo Testamento, el libro de texto para la enseñanza de la medicina en la Edad Media, un calendario, ritos satánicos, un manual de exorcismo y algunos hechizos; además de la imagen de Lucifer y en la página opuesta, una descripción del Reino de los Cielos con una referencia a la lucha entre el bien y el mal. Estas dos páginas tienen una tonalidad más oscura que el resto, esto se debe, según la explicación de los expertos, a que sus hojas están hechas en papel vitela, pergamino de piel de becerro que se oscurece al exponerse a la luz ultravioleta, lo que ha sucedido con más frecuencia debido a los dibujos que se observan allí.
Por su lado, National Geographic ha calculado el tiempo que llevaría escribir todo el contenido del códice a mano por una sola persona, llegando a la conclusión de que serían cinco años de trabajo sin contar la realización de las ilustraciones. Confirmando que el texto conserva los mismos patrones gráficos desde el principio hasta el fin, es decir que fue escrito por una persona.
En cuanto a la leyenda detrás del manuscrito, extendida desde la Edad Media, hace referencia a un monje que cometió un grave pecado rompiendo con sus votos monásticos y fue condenado a morir emparedado, es decir, encerrado entre paredes de ladrillo. Dolido por el triste final que le esperaba, el infiel religioso tuvo la idea de escribir en una única noche, un libro en homenaje a su monasterio. Frente a la imposibilidad de cumplir con su deseo, al terminársele el tiempo decidió rezarle a Lucifer y ofrecerle su alma a cambio de finalizar su obra.
De esta forma, el libro quedó concluido, inclusive con el dibujo del diablo que el monje realizó como muestra de gratitud hacia su benefactor, y en su última página, la firma de quien se cree que es su único autor, ‘Hermann inclusis’, lo que significa ‘Germán el recluso’.
La leyenda puede parecer muy poco creíble, sin embargo, hay misterios alrededor del Codix Gigas que no encuentran respuesta. Por ejemplo, no se explica la ilustración del Diablo en este tipo de obra o la incorporación de hechizos mágicos; cómo un monasterio tan humilde pudo producir una obra grandiosa y quién es su verdadero autor. Se espera que las nuevas investigaciones traigan luz a estos interrogantes.
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