El Gobierno reduce el presupuesto para bibliotecas un 29%
[Para ver los gráficos estadísticos, consulte la entrada a nuestro blog]
El análisis de los presupuestos del Estado para 2014 constatan la falta de interés por parte del gobierno español en el ámbito bibliotecario. De hecho, es conocida la antipatía de este gobierno hacia los círculos culturales, antipatía que se hace patente en su enfrontrament con el mundo del cine.
En el tercer presupuesto que presenta el ministerio Wert, las bibliotecas sufren un recorte de prácticamente el 29%.
Esta sería el dato de 2014, pero si tomamos, por ejemplo, el período de 2008 a 2014, el recorte total fue del 60%. Sí, desde 2008 y hasta ahora, el Estado español ha ido reduciendo su aportación al sistema bibliotecario español un 59’07%, pasando de los 105 millones de euros de 2008 a los 43 millones de 2014.
Es la crisis?. Como se puede ver en la tabla que adjuntamos, la crisis económica no explica por sí sola esta bajada. De hecho de 2008 a 2014 el presupuesto general del Estado ha subido un 8’40% (ministerios y organismos autónomos, pensiones, deuda pública, etc.) Mientras que el presupuesto del Ministerio de Cultura ha caído un 41%. En paralelo, sin embargo, el dinero destinado a bibliotecas se han reducido un 59’07%.
Lo más sorprendente es que las partidas que tienen un impacto más directo entre la ciudadanía se han recortado muy por encima de la media o han desaparecido. De esta manera las inversiones en infraestructuras se han reducido un 65’58% (construcción y mejora de bibliotecas) y, casualmente (?), Las transferencias a las Comunidades Autónomas han bajado un 98’38%.
La siguiente tabla nos permite observar más de cerca los tres últimos presupuestos propuestos por el PP y permiten vislumbrar lo que podríamos llamar recortes “ideológicas”.
Como se puede observar, los recortes correspondientes a lo que serían los servicios propios de la Administración General del Estado se mantienen dentro de la media de bajada del presupuesto mientras que el dinero destinado a los territorios y los gobiernos autonómicos prácticamente han desaparecido. Si en 2012 había € 4.461.000, en 2014 se han reducido a € 355,000 (un 92’04% menos).
El caso más paradigmático es la partida destinada a la mejora de las colecciones bibliográficas, partida que a partir de 2013 es exactamente 0 €. Esta partida había llegado a disponer de prácticamente 20 millones de euros (2009). La cuestión, sin embargo, es que esta partida se traspasaba a las Comunidades Autónomas y dada una normativa impuesta por la propia Administración General del Estado, muchas de ellas no podían acceder (entre ellas Cataluña) ya que incumplían los objetivos de déficit que, igualmente, había fijado previamente la Administración General del Estado.
La última partida de 2012 (3.000.000 €), hasta donde sabemos, no se llegó a transferir y en cambio se empleará para uno de los proyectos centralizadores del ministro Wert, la plataforma de libros electrónicos (que excluyen el catalán y de la que ya hemos hablado en este blog).
También han sufrido una desproporcionada recorte las cantidades destinadas a proyectos de digitalización y elaboración de catalogación patrimonial a los que se podían presentar los gobiernos autonómicos, la partida se ha reducido el 75’70%.
Igualmente, las inversiones en el territorio mediante la construcción y mejora de las bibliotecas de titularidad estatal (pero que gestionan las CCAA, y seguramente esta es la razón), ha sufrido un descenso del 43’77%. De esta forma, la Biblioteca Pública de Barcelona, desaparece del presupuesto.
A pesar del ambiente de recortes, el Ministerio ha encontrado margen para incluir una nueva partida presupuestaria denominada “premios” dotada con 200.000 € en 2012, € 355.000 en 2013 y 100.000 € en 2014. Supongamos que esta partida es para mejor gloria y cultura de escaparate de los responsables de los ministerio.
Tampoco hay que olvidar de cómo se han ido configurando las ayudas para la digitalización de forma que se han reducido cada vez más las ayudas dirigidos a instituciones públicas y, en cambio, se han incrementado los dirigidos a instituciones privadas ( fundaciones, universidades y escuelas privadas, etc.). Recordemos que en 2012, y tal como ya denunciamos, Cataluña no disfrutó de ninguna ayuda para este concepto.
Es difícil, pues, explicar estos presupuestos sólo desde la perspectiva de los recortes impuestos por la situación económica ya que se ha visto que la repercusión de las mismas es asimétrica y carga precisamente en lo que desde Madrid lo llaman la “periferia” . Mientras no consta que la estructura ministerial de los asuntos culturales de la Administración General del Estado haya sido “aligerada” sino que se repercute más el recorte a quien sí tiene la competencia, en este caso los gobiernos autonómicos.
La conclusión es clara, el Estado español no tiene un especial interés en los asuntos culturales y en el caso del gobierno español actual, además, se detecta un rechazo frontal a todo aquello que pueda representar el mundo de la creación y el pensamiento. Es así que, en el momento que hay que aplicar recortes, se preserva al máximo aquello que desde allí se considera “estado” y se dejan en caída libre los servicios que prestan el resto de administraciones, que son al fin y al cabo , las que tienen la competencia y las que proporcionan la mayoría de ciudadanos de los servicios culturales que necesitan.
Bibliotecarios por la Independencia