El cine que veían los abuelos en
Toledo
>El Archivo Municipal ha comprado, ubicado, catalogado y puesto a disposición de los toledanos en internet trescientos programas de mano de películas proyectadas en Toledo entre 1928 y 1965
J. Monroy | TOLEDO
jmonroy@diariolatribuna.com
Tovaritch, dirigida por Jacques Deval, pudo
se la última película proyectada en Toledo
antes del levantamiento militar de Franco en
1936. Se trata de una comedia que narra
las aventuras de unos aristócratas rusos
trabajando en el servicio doméstico de su
exilio en París. Se emitió en el cine Toledo
el 27 de junio de 1936, en doble sesión de
siete y media y once menos cuarto de la
noche. El de Tovaritch es uno de los
trescientos carteles de mano de películas
que se vieron en Toledo entre 1928 y 1965,
que el Archivo Municipal pudo comprar el
pasado mes de abril, y que ha catalogado,
clasificado, escaneado y colgado en la web municipal.
La colección recoge películas que se pudieron ver en los cines Toledo
(1928-1936), Moderno (1932-1963), Imperio (1937-1965), Teatro Cine Rojas
(1959-1962), Teatro Cine Alcázar (1956-1963), además de otras salas en
Ocaña y Talavera de la Reina. Lo más sorprendente, destaca el archivero
municipal, Mariano García, es que de los trescientos ejemplares, 164 se
corresponden con películas visionadas en Toledo entre 1936 y 1939,
durante la Guerra Civil. «Es llamativo pensar en el dolor y el sufrimiento
de la Guerra, que podían estar pegando tiros por la mañana o sufriendo
bombardeos y yendo al cine por la tarde; con tanta miseria y dolor, y
proyectando películas», explica el archivero.
Entre las películas, se recogen desde el Tiempos Modernos de Chapin,
vista en Toledo en 1935, a muchas cintas de John Ford o alguna de
Alfred Hitchcock. Están todas las clásicas españolas y, curiosamente,
casi la mitad de ellas europeas.
Compra a disposición del público. El Archivo Municipal carecía hasta el
momento de un material como los programas de mano de cine. Fue la
librería Cortés, de San Lorenzo del Escorial, la que le ofreció una colección
de programas de mano de películas de cine proyectadas en la ciudad entre
1928 y 1965, compuesta nada menos que por trescientos ejemplares
diferentes, con algunos duplicados.
Lo primero que hicieron en el Archivo fue mirar si había algún programa
de cine en la importante colección de Luis Alba. Cierto es que había un
centenar, pero de los años cincuenta y sesenta. Eso indica, por lo tanto,
la importancia y el carácter singular de los programas que ofrecía la
librería, que no estaban en ninguna biblioteca pública, y que estaban
perfectamente conservados. «Es muy difícil conseguir una colección
así, aparte de que estaba en un estado inmejorable, hay incluso algunos
programas troquelados que son preciosos», explica García. Los
historiadores Rafael del Cerro y Fernando Martínez Gil estudiaron la
colección y valoraron también su singularidad.
Era por lo tanto algo muy especial, y si el Ayuntamiento no compraba la
colección, el librero pondría a la venta los ejemplares sueltos en la Feria
del Libro Antiguo de Madrid. De forma que antes de que se disgregara la
colección, la antigua concejal responsable, Paloma Heredero, dio el visto
bueno para la compra si quedaba una partida en el Archivo.
García destaca sobre todo el estado de conservación de los programas.
Quien los cogió, no los llegó a doblar siquiera. Su origen está en una casa
de Huerta de Valdecarábanos. Probablemente, fue una mujer que vivía en
Toledo en aquellos años, enamorada del cine, quien los fue cogiendo y los
valoró como objeto de colección. En ocasiones, apuntaba en alguno que
había tenido algún encuentro, por ejemplo.
Una vez en el Archivo, fue Beatriz Pérez, alumna del Máster de Patrimonio de la Facultad de Humanidades, la que se encargó de documentar los programas. Aproximadamente el cuarenta por ciento de ellos no estaba datado. De forma que en primer lugar hubo que identificar cuándo se proyectaron las películas, y también buscar, por ejemplo, en qué cine se hizo. La joven investigadora tuvo que mirar los periódicos de la época para tratar de cerciorarse de los datos. Varias películas se emitieron en varias ocasiones en la ciudad. De algunas, hoy en día no se conserva ni un fotograma.
El Archivo ha comprado unas cajas y unos plásticos de conservación específicos del material. Además, la técnico Mari Paz Olivares ha completado las tareas de identificación y guardar los ejemplares. Se ideó un modelo de ficha que permite la fácil búsqueda de las películas, con el nombre del cine, la fecha de proyección, título de la película, director, actores y los datos de impresión del programa.
Después todo el esfuerzo se volcó en internet para que los ciudadanos pudieran disfrutar fácilmente de todo este material. Tras la digitalización de los programas, fue el responsable de la web, Esteban Gómez, quien hizo posible el trabajo.
Tras este trabajo, queda pendiente todavía la publicación de los programas de teatro que se incluyen en la colección adquirida por el Archivo, algo que, advierte García, se hará en su momento.