Madrid, 12 nov (EFE).- Los archiveros, bibliotecólogos y documentalistas españoles, entre ellos los del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, han pedido paralizar el “atentado” contra el patrimonio madrileño que supone la conversión de dos plantas de la sede de El Águila en oficinas y despachos para funcionarios.
Se trata de las entidades Sociedad española de Documentación e Información Científica (SEDIC), Archiveros Españoles en la Función Pública (AEFP), Federación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Arqueólogos, Museólogos y Documentalistas (ANABAD) y Madrid, Ciudadanía y Patrimonio (MCyP).
En una nota de prensa remitida este jueves, las entidades explican que la Comunidad de Madrid reconvertirá dos plantas del Archivo Regional -en el complejo El Águila, de la calle de Ramírez de Prado-, diseñadas para conservar el patrimonio documental de Madrid, “en espacio de despachos y oficinas que acogerán a un centenar de funcionarios” de la Dirección General de Patrimonio Cultural.
Según estas entidades, que han solicitado este jueves a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la “paralización inmediata” del proyecto, el plan supone “un absoluto desprecio de las instituciones y de la actividad archivística” y “un atentando contra el patrimonio”.
La reconversión del espacio de uso archivístico en oficinas ha sido proyectada por la Dirección General de Patrimonio Cultural, que ha decidido abandonar su sede actual, en el número 2 de la calle Arenal, dicen las entidades, “para invadir los espacios de trabajo de una institución destinada a la gestión y conservación del patrimonio documental” de Madrid.
Los denunciantes consideran “contradictorio” que esta Dirección General, “que tiene como deber, entre otros, proteger, custodiar y acrecentar el patrimonio documental y bibliográfico madrileño, vaya a acometer un proyecto que atenta contra el espacio en el que se acoge la historia e identidad de Madrid”.
En respuesta a las entidades, fuentes de la Consejería de Cultura han manifestado que el traslado se justifica por cuanto el trabajo diario en Patrimonio Cultural requiere de un espacio en el que puedan ser coordinados los trabajadores de sus distintas unidades en proyectos destinados a que “el ciudadano disfrute del rico patrimonio cultural madrileño”.
Por otra parte, Cultura dice que el traslado a El Águila, propiedad de la Comunidad de Madrid, responde al plan de austeridad de la Consejería y supondrá “un ahorro importante”, ya que la sede de Arenal supone “un elevado coste en concepto de arrendamiento”.
Y añade que el espacio de las plantas tercera y cuarta de El Águila, adonde irá el personal de la calle Arenal, son oficinas de funcionarios de la Subdirección General de Archivos, lo que supone que “no se va a ubicar al personal en el espacio destinado al archivo de documentos”.
Según la Consejería de Cultura, además, la unificación del personal en El Águila permitirá crear “un centro de patrimonio cultural de primera magnitud” que “fomentará la puesta en valor de los archivos documentales y el patrimonio bibliográfico” de la Comunidad de Madrid. EFE