Desclasificación de archivos

 

“Hoy acabamos de saber que el Ministerio de Defensa ha decidido paralizar el proceso iniciado por ese mismo departamento ministerial cuando estaba dirigido por la Ministra, ya desaparecida, Carme Chacón,  tendente al análisis y posterior desclasificación, si procediera, de numerosa documentación militar de muy diversa índole. Tal paralización, sine hore y sine die, según el propio Ministerio dirigido por la sra. de Cospedal se debe a razones meramente económicas.

 

Conviene también en esto algo de normalización y armonización con nuestro entorno geográfico (los países europeos) y nuestro entorno cultural (los latinoamericanos) y ver cuales son las acciones en materia de archivo y de acceso a la documentación y la información que se desarrollan en los países próximos nuestros, en esta misma materia, y cómo ellos desclasifican la documentación de similares circunstancias y  características; la de carácter militar, la referida a procesos bélicos y post-bélicos, y la referida a procesos dictatoriales (cuándo y dónde los ha habido).

 

Todo esto me hace recordar una frase que tristemente acuñamos en otros momentos y que decía: “En cultura, los recortes son censura”; o al menos, a mi me lo parece.

 

Son recortes que no se producen ahora como cosa nueva, si no que ya implementó en su momento el antecesor  Morenés, el mismo que, al parecer, sí tenía intereses económicos en ciertos sectores militares.

 

Recientemente tuvimos que poner de manifiesto cómo el Archivo Militar de la Armada Española, situado en la población del Viso del Marqués -Ciudad Real-, iba a ser cerrado al público por falta de personal técnico. En fin, se viene produciendo un cúmulo de desafueros  que con el pretexto de lo económico tienen como  objetivo los Archivos Militares, y con ellos algo tan sensible como la conservación y el estudio del patrimonio cultural, en general, del archivístico, en particular y muy especialmente de cuanto tiene relación con la preservación de la Memoria Histórica.

 

Parece ser que los estudios técnicos encargados por la Ministra Chacón estaban muy avanzados, y prácticamente concluidos, y simplemente no se pusieron en marcha por entrar en periodo electoral en aquel momento; es decir, que cuesta menos concluirlos que darles carpetazo, por lo que mucho nos tememos que no llevar a cabo esta desclasificación por la que claman tantos sectores de la población española y de la comunidad científica y social, y desde luego el personal archivero, más que a causas económicas se debe a otras de diversa índole.

 

Otro Ministro del ramo, y en circunstancias muy distintas, en este caso el que lo fuera de la Guerra, don Manuel Azaña Díaz, ordenó a los capellanes castrenses (funcionarios a la sazón, y por lo tanto no susceptibles de ser despedidos), valorando que no tenían ya mucho sentido como curas de almas en el ejército dentro de un estado aconfesional, que se encargaran, previa la formación necesaria, del cuidado de los archivos militares.

 

Naturalmente, no pretendo que hoy se haga lo propio con los sacerdotes militares, los tiempos son otros, pero sí lo traigo a colación como ejemplo de que cuando se quieren buscar, se encuentran las soluciones.

 

Un tanque menos, un día menos de las fuerzas armadas, y con seguridad la sra. Ministra encontrará la manera de poner al día los archivos militares, quizá entregándolos al brazo secular, es decir, al civil, en este caso.

 

 

 

José María Nogales Herrera

Presidente

Federación ANABAD

 

 

 

 

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