Adopción de la Declaración Universal sobre los Archivos
La Declaración Universal sobre los Archivos fue adoptada en principio (en inglés)
durante la Asamblea General sostenida en Malta en 2009 y fue aprobada unánimemente
por los delegados de ICA durante la Asamblea General Anual sostenida en Oslo el 17 de
3
septiembre de 2010. La declaración fue diseñada sobre la base de la declaración de la
Asociación de Archiveros de Quebec y desarrollada por la SPA y un Grupo de Trabajo
Internacional. La Declaración Universal sobre los Archivos busca asegurar la aceptación global del
valor y alcance de los archivos, el papel que juegan los archivos para la protección de los
derechos humanos, en la construcción de la memoria colectiva y el fortalecimiento de
acciones administrativas responsables y transparentes. Destaca las características únicas y
los requerimientos de los archivos, así como las acciones que se necesitan para asegurar
una administración y acceso apropiados. En lo que corresponde al establecimiento de su
propósito, valores, características y requerimiento para su administración, la Declaración
apoya el trabajo efectuado por los archiveros quienes cuidan de los archivos y los hacen
ser valorados. Llevando a cabo estas tareas, los archiveros cumplen con su deber
profesional con toda la gente alrededor del mundo.
Actualmente se están efectuando negociaciones para lograr que la Declaración sea
adoptada por la UNESCO.