21.Declaración del Presidente de ANABAD con motivo del Día Internacional de los Archivos 2021
Afrontamos este Día Internacional de los Archivos en 2021, si cabe con mayor responsabilidad y entusiasmo que en ediciones anteriores, y tenemos motivos para ambos sentimientos.
Tras haber vivido casi cien días en confinamiento social, en mayo de 2020 retomamos la actividad laboral presencial, y lo hicimos adoptando ciertos cambios en nuestra práctica diaria: distancia social, EPIS, desinfección continua, cuarentena para los documentos utilizados por el personal de la plantilla o por las personas usuarias. Retomamos la tarea tras haber sido los archivos calificados como actividad esencial dentro de todo el entorno administrativo y cultural. Dando preferencia a la atención telemática, cuando fuera posible y conveniente, se comenzó a atender también de manera presencial, pero mediante petición de cita previa. Son cambios en lo externo que quedan ya permanentemente en nuestra práctica profesional.
Antes de ser sorprendidos por la crisis sanitaria, ya los archivos estaban asumiendo una transformación radical; se trataba de implementar la digitalización aplicada a la administración pública, con carácter general, y, desde luego, al mundo de los archivos. El confinamiento, con el teletrabajo, puso de manifiesto la importancia de la digitalización, como algo imprescindible para poder trabajar en remoto, y saca a la luz la situación real, la verdadera situación de bondades y carencias de nuestros sistemas administrativos y archivísticos.
Si el personal archivero siempre se ha manifestado muy predispuesto a la formación continua, ahora las acciones formativas (casi siempre en remoto), se volvieron más que habituales. En esto, las asociaciones profesionales han tenido mucho que ver, y su compromiso y esfuerzo se ha hecho patente. Desde la Federación ANABAD nos comprometemos a continuar avanzando en este sentido.
El ansiado retorno a una cierta normalidad ha precipitado las acciones de digitalización, la adquisición de aplicaciones, y un largo cúmulo de tareas que ya no podrían aguardar más.
En cada administración, los Sistemas de Gestión Documental, cuando se aplican de manera adecuada, hacen que el archivo esté presente desde el inicio de la vida del documento, y por supuesto, que continúe presente hasta el final; hasta el Archivo Electrónico Único.
Sea cual fuere el entorno en que se desenvuelva, (analógico o digital), el archivo continúa cumpliendo las mismas funciones: recepción de la documentación, su custodia, descripción, servicio, difusión y divulgación. De igual modo, el archivo continúa jugando unos importantes papeles relacionados con el testimonio documental de la acción relacionada con la actividad de las personas (físicas o jurídicas) que lo constituyen, tras este valor primario de los documentos, se suceden otros de igual importancia; así encontramos el valor probatorio de derechos (de la administración y de la ciudadanía). Seguidamente, encontramos en los fondos archivísticos, otros valores como son, sin duda el patrimonial y el cultural, ya tradicionales, pero a los que hay que añadir otros nuevos relacionados con la gestión de los datos, aspecto en el que hay un gran futuro por descubrir y desarrollar.
Así, encontramos el archivo, como pieza fundamental en las políticas de transparencia y en las de protección de datos. En todos esos entornos, el archivo se ha de posicionar, sin duda.
El correcto desempeño, tanto en las posiciones clásicas como en las más novedosas, harán posible y realidad la puesta en valor de del lema que para este año nos propone el Consejo Internacional de Archivos (CIA / ICA), como órgano consultivo de la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO): #EmpoderarLosArchivos.
Ese empoderamiento, sin duda, nos es necesario, yo diría, imprescindible y vital; hoy la gestión ha de ser por fuerza de forma cooperativa, transversal, pues somos muchas las partes concernidas en ella. En ese trabajo colectivo, debe participar el archivo y su personal técnico, y en ese entorno es fundamental que el archivo no se diluya, sino que, por el contrario, quede patente y visible, y sirva para poner en valor la tarea de archivo y del personal archivero.
Celebramos el Día Internacional de los Archivos en 2021 en una situación aún de crisis sanitaria, y, desde luego de crisis social. Recibimos con frecuencia noticias provenientes de muchos lugares de todo el mundo, relacionadas con la destrucción de fondos archivísticos, incluso de archivos completos, a veces por causas naturales, y en otras muchas ocasiones, quizá las más, por la acción humana. Asumimos plenamente el contenido del manifiesto publicado por la Asociación Latinoamericana de Archivos (ALA) denunciando la destrucción de archivos como consecuencia de las protestas sociales que se están produciendo. Deseamos que la situación mejores en términos de justicia social, y que tales acciones no se produzcan más.
Especialmente quiero hacer un llamamiento a quienes profesionalmente se dedican al trabajo archivístico en sus distintos aspectos y en los diversos niveles de responsabilidad; un llamamiento a la participación en la vida asociativa, pues para #EmpoderarLosArchivos es esencial empoderar a las asociaciones de profesionales de ellos.
A las y los profesionales de los archivos en todo el mundo, a quienes utilizan sus fondos y servicios, a las autoridades que asumen su responsabilidad en la materia, les deseamos una feliz jornada; feliz Día Internacional de los Archivos.
Fdo.: José María Nogales Herrera
Presidente
ANABAD FEDERACIÓN.