Los intentos de prohibición de libros en las escuelas y bibliotecas reflejan una creciente campaña nacional por parte de grupos comunitarios y de padres, e incluso de algunos funcionarios electos, que exigen la retirada de libros, así como cambios en las políticas y procedimientos de las bibliotecas. Esta campaña ha dado lugar a acoso en línea, amenazas e incluso intimidación física y ataques contra los bibliotecarios y el personal de las bibliotecas.
Esta guía pretende dotar a los bibliotecarios de estrategias para hacer frente a los abusos en línea. Si bien este recurso reconoce las formas en que el abuso en línea puede trasladarse al espacio físico de la biblioteca, se centra principalmente en la seguridad digital. Para un análisis de la seguridad física en las bibliotecas, véase: “We Need to Talk About Library Security” and Creating Safer Libraries. Si buscas recursos útiles sobre seguridad física, consulta:Front Line Defenders Workbook on Security and CPJ’s Journalist Security Guide (especialmente el capítulo 9); aunque estos recursos fueron diseñados para periodistas y activistas, los fundamentos de la seguridad física son ampliamente aplicables.
INFORMAR
Informar sobre el abuso que estás experimentando en línea te ayudará a determinar cómo responder, navegar y comunicarte al respecto. Entre las tácticas abusivas más comunes se encuentran: el discurso de odio (por ejemplo, llamar a la gente «groomers» o «pedófilos»); las amenazas de violencia física o sexual; las cuentas de suplantación de identidad; el doxxing; las imágenes íntimas no consentidas; el acoso sexual; y las bandas de acoso en línea. Para obtener más información sobre estos y otros tipos de abuso en línea, consulta la guía de campo de PEN América: Identifying Abusive Tactics Online.
DOCUMENTAR
Documentar el abuso en línea que experimentas crea un registro de lo que está sucediendo, lo que es fundamental si decides recurrir a la policía o emprender acciones legales, y puede ser útil en las conversaciones con aliados y gerentes. Te permite recopilar información sobre los acosadores y hacer un seguimiento de los patrones de abuso y de las escaladas de comportamiento perjudicial. Haz una captura de pantalla, guarda los enlaces directos a los mensajes de las redes sociales y guarda los correos electrónicos, los mensajes de voz o los mensajes de texto (incluyendo la plataforma, la dirección de correo electrónico, la fecha, la hora, etc.). NOTA: Si utilizas las herramientas de una plataforma en línea para denunciar un abuso en línea y el contenido abusivo se elimina antes de que lo hayas documentado, pierdes las pruebas. Ver: Documenting Online Abuse
EVALUAR LA SEGURIDAD
Tú eres quien mejor puede juzgar si el abuso en línea te ha hecho preocupar por tu seguridad física y/o la de tu familia o colegas. Si has recibido una amenaza directa o velada de violencia física o sexual -o si te enfrentas a la intimidación física o te preocupan las agresiones físicas-, considera la posibilidad de informar a tu institución, de ponerte en contacto con la seguridad de tu biblioteca o distrito escolar, y/o de recurrir a las fuerzas del orden locales. También puede ser útil ponerse en contacto con amigos y familiares de confianza, con un abogado o con una organización sin ánimo de lucro que apoye a las personas que sufren abusos. Ver: Assessing the Threat, Engaging Law Enforcement, and Online Harassment Resources.
NOTIFICAR Y COMUNICAR
Considera la posibilidad de alertar a tu jefe, al departamento de recursos humanos o a quien te sientas más cómodo para hablar en tu biblioteca o distrito escolar sobre el abuso en línea del que estás siendo objeto, y comparte la documentación. Aunque hablar sobre el abuso en línea puede provocar sentimientos de ansiedad o miedo, recuerda que el abuso tiene como objetivo aislar – comunicarse con aliados de confianza puede ayudar. Ver: Talking to Employers and Professional Contacts.
BLOQUEAR, SILENCIAR, DENUNCIAR
Las plataformas de las redes sociales cuentan con funciones que pueden ayudarte a evitar el abuso en línea. Puedes bloquear cuentas (para que no puedan comunicarse contigo o seguirte). Puedes silenciar cuentas o publicaciones o palabras específicas (para no tener que verlas). Y también puede denunciar el contenido abusivo para intentar que se retire una publicación o se suspenda una cuenta por violar las normas de la plataforma. Ver: Digital Safety Snacks
CONTROLAR LA SITUACIÓN
El abuso en línea puede resultar profundamente aislante y desalentador. Buscar el apoyo de amigos y familiares y conectarse con colegas y otros bibliotecarios puede ser de gran ayuda. Enfrentarse a los trolls abusivos puede llevar a una escalada de acoso y rara vez es productivo. Denunciar el acoso y tomar las riendas de la historia puede darnos poder, pero es importante que nos familiaricemos con las normas de las redes sociales y las expectativas de nuestra institución al respecto. Ver: Talking to Friends and Family
CUIDA DE TI MISMO
El abuso en línea puede provocar sentimientos de miedo y vergüenza. Puede causar un daño real a la salud mental y física, y afecta a las personas de forma diferente en función de su experiencia vital, raza, género, origen, etc. Recuerda: el abuso en línea no es tu culpa y no estás solo. Resiste el impulso de ignorar cómo te sientes y trata de sacar tiempo para el autocuidado. Ver: Advice from Psychologist and Practicing Self-Care
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FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO