El personal bibliotecario se encuentra en la difícil situación sobre qué hacer y cómo desinfectar los libros de la biblioteca. La respuesta no es fácil, incluso puede que no la haya. Es verdad que a finales del siglo XIX y principios del XX hubo otras situaciones similares, pero lamentablemente no se dejó constancia sobre el procedimiento llevado a cabo más allá de los baños en vapor, la desinfección con formaldehído, o incluso la incineración de los «libros infectados». Ahora bien, la revista American Libraries ha tratado este tema… y ha llegado a la conclusión de que el tiempo es el mejor desinfectante.
Mantener las bibliotecas seguras es importante tanto para los trabajadores como para los usuarios. Pero durante la actual pandemia de COVID-19, las preguntas sobre cómo hacerlo, en particular cuando se trata de materiales y superficies, tienen respuestas complicadas.
En dicho artículo se ha preguntado a varios conservadores y preservadores de colecciones bibliotecarias, los cuales han manifestado que la mejor medida preventiva llevada hasta ahora ha sido el cierre de las bibliotecas. Este tiempo de inactividad en la circulación de los libros hace que cualquier partícula portante de coronavirus (COVID-19) muera y no se propague a nadie. Más teniendo en cuenta que la vida del coronavirus en superficies como el papel o el cartón varía de las veinticuatro horas a los cuatro o cinco días.
Todo el personal que trabaje en el lugar [biblioteca] debe instituir un lavado de manos minucioso, especialmente cuando manipule libros o cualquier objeto compartido en la biblioteca. «No hay estudios que respondan específicamente a la pregunta de cuán transmisible puede ser el coronavirus a partir de los materiales más comunes de la biblioteca, [como] el papel recubierto y no recubierto, la tela de los libros o las fundas de poliéster», dice Jacob Nadal (Director de Conservación de la Library of Congress). «Tenemos que buscar información de alta calidad y evaluarla críticamente para determinar cuán bien se aplica a nuestras preocupaciones particulares».