Artículo publicado en EL PAÍS. 24/05/2017
Los investigadores piden a los grupos parlamentarios que no dilaten el cambio de una norma obsoleta y antidemocrática
Varios cientos de historiadores, españoles y extranjeros, agrupados en varias asociaciones, han dirigido una carta a los grupos parlamentarios en la que piden que “no obstaculicen con tácticas dilatorias” la reforma de la vigente Ley de Secretos Oficiales, que data del franquismo, y den curso a la reforma que admitió a trámite el Congreso, a iniciativa del PNV, el pasado noviembre. Desde entonces, el proyecto está en el limbo, pues se ha prorrogado 14 veces el plazo de enmiendas.
La misiva, a la que ha tenido acceso EL PAIS, está suscrita a título individual por 160 historiadores y de forma colectiva por las principales asociaciones de investigadores de la historia contemporánea española: la Asociación de Historia Contemporánea (AHC), la Asociación de Historia Actual (AHA), la Asociación de Historiadores del Presente (AHP) y la Comisión Española de Historia de las Relaciones Internacionales (CEHRI). La primera cuenta con 800 socios, la segunda y la tercera con 200 cada una y la última con 110, aunque muchos forman parte de varias de ellas.
La iniciativa se gestó en el congreso La España Actual. Cuarenta Años de Historia (1976-2016), organizado por la Universidad de Cádiz a primeros de mayo, después de que EL PAÍS publicara que la práctica de pedir prórrogas semanales para la presentación de enmiendas mantenía bloqueda la reforma de la legislación vigente, que data de 1968, en plena dictadura, con retoques preconstitucionales (octubre de 1978).
Desde que se admitió en noviembre la iniciativa del PNV el plazo de presentación de enmiendas se ha prorrogado en 14 ocasiones, la última vez hasta el 29 de mayo. Hasta mediados de abril, eran el PP y el PSOE los que pedían la prórroga, pero desde entonces ha sido Ciudadanos el que ha estampado su firma junto a los populares. Basta con que dos grupos pidan la prórroga, sin necesidad de justificarla, para que se apruebe automáticamente por la Mesa del Congreso. Al no existir límite de prórrogas, el bloqueo podría prolongarse toda la legislatura y la reforma no aprobarse nunca.
Los historiadores recuerdan que la actual ley de Secretos Oficiales es “una norma obsoleta y franquista, incompatible con los usos democráticos de la España actual” y que sus “investigaciones se ven a menudo imposibilitadas por la falta de plazos claros y razonables de desclasificación de la documentación pública”. Consideran “un paso en la buena dirección” la propuesta del PNV, que fija un plazo de 25 años para desclasificar materias secretas y de 10 para las reservadas.
Además, excepcionalmente y de forma motivada, permite prorrogar 10 años más el secreto de determinadas materias.
Pero no solo para la investigación, alega la misiva, la reforma también es “una necesidad para el conjunto de la ciudadanía, que se beneficiará de las posibilidades de [una] auténtica transparencia, control democrático y ejercicio del derecho de información”. Tras mostrar su “absoluto rechazo a la práctica de solicitar prórrogas sucesivas que están aplicando algunos grupos con el objetivo de congelar la reforma”, los historiadores dan un tirón de orejas a los diputados: “Esparamos de nuestros representantes públicos un comportamiento más responsable y más acorde con la voluntad mayoritaria de la Cámara baja, tal y como quedó expresada en noviembre pasado”.
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