La Comunidad de Madrid está tramitando un proyecto de ley de Patrimonio Histórico que, en nuestra opinión, prima los intereses especulativos y economicistas por encima de la salvaguarda y protección del Patrimonio Histórico que marcan la Ley Nacional y las Normativas Internacionales.
Para aquellos que todavía no me lo hayáis oído, está en fase de aprobación en la Asamblea y si se lleva a término no augura nada bueno.
Si os interesa, firmadlo y difundidlo,
La constitución española en su artículo 46 dice: “Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.”
El Gobierno de la CAM pretende quebrantar ese derecho por motivos ideológicos y hacer que prime el ocio y el negocio de unos pocos sobre el bien común de todos los madrileños. El modelo que propone vuelve a ser el del ladrillo y la especulación urbanística.
La propuesta de ley de Patrimonio Histórico que en estos días se debatirá en la Asamblea de Madrid supone un retroceso salvaje en la salvaguarda de un conjunto de bienes de distinta índole que conforman la memoria de un país o una comunidad y que hay que proteger y conservar para la posteridad. Este proyecto desoye las demandas de miles de ciudadanos y expertos así como las recomendaciones que desde el Consejo de Europa y desde UNESCO se hacen para preservar este importante legado.
Si con la anterior Ley no se pudieron salvar los restos del Madrid originario en la Plaza de Oriente, ni se va a poder salvar la integridad de los edificios de la manzana Canalejas-Sevilla-Alcalá, ni vale para rescatar de la ruina el Palacio de Monesterio o el Frontón Beti-Jai, por poner sólo conocidos ejemplos, con la nueva Ley se va a poner en manos de los intereses particulares lo que por su naturaleza son bienes públicos, al poner por delante los criterios buenos o pésimos de los propietarios privados frente a cualquier consideración de los expertos en Patrimonio. Una vez más, una visión cortoplacista y miope de lo económico va a dilapidar bienes que tendrían su futuro y serían riqueza en otras manos, pero que pueden desaparecer irremediablemente, pues uno de los problemas de la mayor parte de los bienes que proceden de la Historia es su carácter irrecuperable, una vez perdidos.
Firma y exige que el presidente de la Comunidad de Madrid respete el Patrimonio Cultural como un bien de TODOS y para TODOS.
QUE NO DESTRUYAN NUESTRO PATRIMONIO HISTÓRICO.