Archivos, bibliotecas y museos, agentes en el desarrollo de las humanidades digitales

En la intersección entre humanidades y tecnologías de la información se encuentran las humanidades digitales, un gran territorio de límites imprecisos que va más allá del mero uso de la tecnología en el área de humanidades y ciencias sociales. En palabras de Luis Rodríguez-Yunta, las humanidades digitales aportan «la reflexión epistemológica sobre la aplicación de herramientas tecnológicas en la investigación, la consideración de internet también como un campo de estudio o la reflexión sobre la dimensión ética en el flujo de informaciones y datos a través de los nuevos media.»


Revistas científicas especializadas, congresos y encuentros, oferta de cursos de formación superior y la aparición de centros de referencia avalan ya a las humanidades digitales como disciplina científica y académica. Su desarrollo se vería fortalecido con la construcción de una infraestructura de centros, ante la cual las bibliotecas tienen una importante oportunidad.


Es la idea que defiende Luis Rodríguez-Yunta en un artículo publicado en acceso abierto en el último número de El profesional de la información,monográfico sobre humanidades digitales. La confluencia entre la web semántica y los datos abiertos vinculados y la construcción de bibliotecas digitales enriquecidas son algunas de las facetas en las que las bibliotecas, museos y archivos pueden llegar a ser un referente en este campo.


Las humanidades digitales constituyen además un área de expansión para la formación y el empleo de archiveros, bibliotecarios y documentalistas. «Apostar por esta etiqueta desde las facultades de documentación podría ayudar a enriquecer y revalorizar la formación que se imparte en estos centros», planteó Rodríguez-Yunta en un texto anterior, publicado en el Anuario ThinkEPI 2013.

 

Natalia Arroyo Vázquez

Equipo de redacción de El profesional de la información

www.elprofesionaldelainformacion.com

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