ANTONIO PALACIOS ARQUITECTURA EN MADRID (IV)

Círculo de Bellas Artes

La sede del Círculo de Bellas Artes de Madrid es uno de los edificios más emblemáticos del eje Gran Vía-Alcalá y principal escenario de la vida cultural e intelectual que se desarrolló en la capital durante el siglo XX. Su construcción comenzó en 1921, dos años después de que los propios socios de la institución votarán a favor del proyecto presentado por Antonio Palacios a concurso y que el jurado previamente había desestimado por sobrepasar la altura municipal permitida.

El proyecto de Palacios supuso una ruptura con la convencional tipología constructiva de los casinos culturales y recreativos que proliferaron en España durante el siglo XX, generalmente organizados en torno a patios y galerías. En el Círculo de Bellas Artes opta por un diseño vertical, inspirado en parte en los grandes rascacielos americanos, en el que cada planta presenta diferente volumetría y reduce su escala a medida que el edificio gana altura. Sobre un gran zócalo, que se corresponde con el nivel de entrada, se levanta el cuerpo principal, recorrido por una serie de columnas pareadas de orden gigante que se convierten en triglifos a partir del entablamento. El cuerpo del ático está retranqueado, lo que proporciona espacio para situar una terraza con vistas a la ciudad, al tiempo que le permite jugar con las formas geométricas e introducir un volumen semicilíndrico, en un nuevo guiño al neoclasicismo. Corona el edificio un torreón rematado por un escalonamiento.

A diferencia de otros edificios de Palacios, el interior no está articulado en torno a un gran patio central. El acceso a los diferentes niveles se realiza por una escalera imperial de doble tiro situada en un extremo del vestíbulo principal, en el patio de manzana, del que aprovecha la luz natural a través de unos ventanales con vidrieras. Cada planta está destinada a unos usos concretos. En la planta baja estaban el vestíbulo, una sala de exposiciones y un mirador; en el entresuelo estaba destinado a pequeños espacios de ocio y un mirador, mientras que la planta principal albergaba el salón de baile, decorado por imponentes columnas corintias y una gran cúpula central. En el primer ático estaba la biblioteca y en el segundo la sala de reuniones de la planta de la junta directiva. En este mismo nivel se encuentra la hoy denominada “Sala de Columnas” originalmente dedicada a los juegos de azar. En las plantas de terrazas se emplazaban las cocinas, comedores y estudios de Bellas Artes. Completaban las instalaciones del Círculo algunos elementos modernos para la época, como la piscina con columnas cerámicas y bancos a modo de triclinios que estaba situada en el sótano.

El edificio apenas ha cambiado su imagen exterior. A finales del pasado siglo se llevaron a cabo diversas obras de remodelación y acondicionamiento para albergar las diferentes actividades que se organizan en sus instalaciones como exposiciones, talleres, conferencias, representaciones teatrales o proyecciones cinematográficas.

Hospital de Maudes

Hospital de Jornaleros

El Hospital de Jornaleros de San Francisco de Paula nace por iniciativa de Dolores Romero y Arano, viuda de Curiel y Blasi, quien, movida por las corrientes filantrópicas de la época y el interés por extender la sanidad entre las clases mas desfavorecidas, encarga a Antonio Palacios su construcción en un solar situado junto al antiguo Paseo de Ronda (Raimundo Fernández Villaverde). Las obras se inician en 1909 y concluyen en 1916.

Palacios junto con la colaboración de Otamendi, diseña el hospital tomando como modelo el tradicional esquema de planta cruciforme, sobre el que introduce las oportunas variaciones para adaptarlo a los requerimientos de la práctica de la medicina moderna. El resultado es un conjunto de construcciones en las que apuesta por la funcionalidad y la distribución racional de los espacios, pero sin renunciar a la monumentalidad.

El elemento central del inmueble lo constituyen los pabellones para enfermos, cuatro naves con amplias galerías abiertas dispuestas en diagonal y rematadas en dos cuerpos laterales coronados por sendos torreones, que se articulan desde un patio ambulatorio de forma octogonal. Esta solución no solo favorecía la circulación entre dependencias, sino que además permitía aprovechar las máximas posibilidades de iluminación y ventilación. La entrada se realizaba desde la calle Maudes, donde estaba ubicado el pabellón administrativo y de servicios generales al que se accedía por una escalinata que desembocaba en un gran patio. En uno de los laterales, orientado hacia la calle Treviño, se situaba el edificio de consultas y cirugía, que comunicaba con la segunda planta del cuerpo central mediante una pasarela metálica acristalada, mientras que en el extremo opuesto se encontraba el pabellón de aislamiento, el único elemento que por su función no estaba conectado con la galería general.

El conjunto se encuentra rodeado de jardines e importante es también el emplazamiento de la iglesia. Si en la tradición arquitectónica hospitalaria ocupaba el lugar central, Palacios decide trasladarla al extremo norte, con acceso directo en la calle Raimundo Fernández Villaverde. El aspecto monumental de su fachada y sus torres nos recuerdan al Palacio de Comunicaciones, proporcionando al conjunto una mayor sensación de verticalidad. En su interior destacan las vidrieras de la casa Maumejen Hermanos, detalle ornamental que puede interpretarse como un acercamiento al modernismo.

El Hospital de Jornaleros es la obra más completa de Antonio Palacios y la que mejor refleja el espíritu ecléctico de su arquitectura. A pesar de su carácter metropolitano, en el se adivinan algunos signos que definirán su etapa regionalista, como evidencia el uso de la piedra, apenas sin labrar, en las fábricas y el empleo de materiales cerámicos.

Inaugurado en 1917, en 1936 fue destinado a atender a los heridos del bando republicano durante la guerra civil. Posteriormente fue utilizado como hospital militar hasta 1970, momento en el que fue abandonado. En 1984 todo el inmueble a excepción de la iglesia fue adquirido por la Comunidad de Madrid para albergar la sede de la Consejería de Transportes, Vivienda e Infraestructuras.

Vicepresidenta Primera.- Ana Pulido Benito

 

FUENTE: https://arcoeuropeo.org/?p=3557

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