El CIA -ICA, Consejo Internacional de Archivos, organismo consultivo de UNESCO, estableció para hoy, día 9 de junio, la celebración del Día Internacional de los Archivos. Esto sirve, como otros días al uso destinados a otras actividades profesionales para celebrar y poner en valor durante esta jornada las principales características de nuestra profesión.
En otros países, y muy especialmente en los de nuestra entrañable latinoamérica, además de una jornada para celebrar la profesión y sus circunstancias, también los profesionales tienen su propio día; aquí no. No es esa la tradición, porque no tenemos tradición cívica que nos lleve a celebrar la profesionalidad de quienes se dedican, por ejemplo en los archivos, al servicio público.
Aprovechemos esta jornada, cada quien en su entorno social y profesional, para poner en valor cuanto tiene que ver con la profesión. la misión que tenemos encomendada, los logras que hemos obtenido en los últimos tiempos, pero no olvidemos el sentido crítico y por supuesto el autocrítico. Pongamos también sobre la mesa las carencias propias y las colectivas, las expectativas de futuro, los retos personales y comunitarios.
Se hace necesario aunar las fuerzas de quienes ejercen la profesión archivera, hacerlo agrupados en asociaciones profesionales fuertes que sean capaces de proyectar ante la sociedad una voz potente y firme que con claridad de a conocer nuestra realidad (muy diversa, por cierto) y sobre todo que explique a quienes han de ser los receptores del fruto de nuestro esfuerzo codo cuanto los archivos pueden ofrecer y aportarles;
patrimonio documental, cultural y archivístico, conservación y custodia de de los fondos documentales de las instituciones, servicio de sea documentación para la defensa de los intereses de las administraciones y de las y los administrados, para la investigación social y científica, para la salvaguarda de la memoria histórica, para la custodia de la fe pública.
Para ser un repaso trazado a “vuela pluma” no es poco lo que se ofrece.
Todo esto ocurre en un panorama no especialmente alentador, pues han sido muchos los años de parón, sin que las administraciones facilitasen abiertamente los medios personales y materiales que los archivos requieren. Ahora, si es que hay posibilidades de ello, nuestros responsables políticos no deben equivocar el objetivo y, puesto que los recursos son pocos, se deben aplicar a las cosas fundamentales y esenciales, no a las accesorias y arbitrarias, aunque esas den más proyección mediática.
De cualquier modo hay cosas que no cuestan dinero, ni casi esfuerzo, y cuando no se hacen ponen de manifiesto el talante de quienes las impulsan; por ejemplo, el hecho de celebrar este día en solitario, de manera introspectiva, sin relacionarse con otros iguales (quizá porque piensen que no lo son). Nos molesta que alguna institución celebre el día de los archivos sin contar con las asociaciones profesionales.
A todos mi saludo, pero muy especialmente a las y los profesionales de los archivos que realizan su tarea de manera callada, en soledad, sin recursos, pero dando de sí lo mejor.
José María Nogales Herrera
Presidente
Federación ANABAD