Comunicado de prensa de ANABAD-Cantabria sobre el debate del pasado lunes en el Parlamento de Cantabria y su idea de lo que es un archivo y para que sirve, publicado en las ediciones impresa y digital del Diario Montañés el 1/06/17:
La asociación profesional de archiveros muestra su “estupor y pena” por el debate del Parlamento sobre el caso Lafuente y cree que hubo “falta de respeto y aprecio hacia los archivos”
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Imagen de una de las siete exposiciones del Archivo Lafuente celebradas en Santander / Javier Cotera
GUILLERMO BALBONA| SANTANDER
“Estupor y pena” y “falta de respeto” son algunos de los calificativos con los que la Asociación profesional de archiveros, bibliotecarios, museólogos y documentalistas de Cantabria, Anabad, define el debate acaecido en el Parlamento regional el pasado lunes en torno al proyecto de la sede asociada del Museo Reina Sofía/Archivo Lafuente en Santander. En un comunicado emitido este martes el colectivo critica el discurso expresado durante el Pleno celebrado en la calle Alta. “Lamentablemente el debate giró, una vez más, en torno a lo que se resume cualquier debate político: lo económico”.
“Sólo tiene importancia en la medida que sirva como medio para atraer visitantes a Cantabria”
La directiva de Anabad Cantabria expresa su intención al precisar que “no quiere entrar en la polémica sobre si el proyecto es beneficioso o necesario para Santander y Cantabria”, pero aprovecha para matizar que “este mal denominado archivo no es tal, sino una colección de libros, folletos, documentos, fotografías, etc”. De igual modo el colectivo asegura que tampoco va a entrar “en cuál es la mejor fórmula para financiarlo, pues esto pertenece al ámbito político”.
El principal objetivo de su queja, arremete el colectivo, es hacer hincapié “en la notable falta de respeto y aprecio de sus señorías hacia los archivos, valorando la importancia de los mismos únicamente por el número de visitantes que reciben y no por la labor histórico-social que estos realizan”. La asociación, antes que nada, señala que un archivo es “el lugar donde se conserva documentación de índole pública y/o privada, tanto presente como pasada, que refleja el devenir histórico de un territorio y su población, así como su cultura pasada”.
“Este mal denominado archivo no es tal, sino una colección de libros, folletos, documentos…”
De la misma forma, es necesario recalcar el papel que a día de hoy juegan los archivos como “garantes de los derechos de los ciudadanos, algo que pese a su importancia se suele pasar por alto. A ellos acudimos a la hora de defender y demostrar estos derechos, hecho fundamental en un estado de derecho como el nuestro”, apunta.
Y, además, se subraya desde esa asociación que la “tan necesitada y cacareada transparencia de la Administración Pública es imposible sin la presencia de los archivos. La ausencia de fondos documentales ordenados o la destrucción descontrolada de la documentación, práctica aún hoy en día en vigor, redunda en una mayor opacidad de los asuntos públicos y en la ausencia de la deseada transparencia”, dicen desde Anabad.
Ello lleva, según denuncia la asociación profesional de archiveros y bibliotecarios, “a lo que se ha convertido la cultura en Cantabria: una simple sirvienta del turismo y de la economía. Nuestra cultura para nuestros políticos aparentemente sólo tiene importancia en la medida que sirva como medio para atraer visitantes a Cantabria”.
Y añade Anabad que “la cultura, la de Cantabria, la española, europea o mundial, pues esta no entiende de fronteras, la cultura de las élites o la cultura popular; la cultura actual, la que ahora mismo se está generando o la cultura del pasado… da igual, toda ella tiene sentido en sí misma, pues es la que nos define y nos hace como somos”.
Asimismo, apela a tener “muy en cuenta los centros que conservan este patrimonio: archivos, bibliotecas, museos…, ya que también forman parte de ella y tienen la importancia de ser sus valedores y difusores ante la sociedad, por lo que no deben de ser valorados por la capacidad de atracción turística o de medios de comunicación únicamente”, añade.
El ejemplo de Altamira
Anabad alude en su comunicado a que un museo como el de Arqueología y Prehistoria de Cantabria (Mupac) o las Cuevas de Altamira, “no son sólo importantes porque tengan un determinado número de visitas al año o puedan actuar incluso como motores económicos a nivel local. Su importancia, sobre todo, radica en lo que custodian y en lo que esos objetos nos puedan decir de nuestro pasado”.
“Otro claro ejemplo en el que antepone el interés turístico a la conservación del patrimonio”
Precisamente sobre Altamira (que en breve ha convocado su Patronato) las cifras, apunta, “son un buen ejemplo de presión política para que abra sus puertas”. Desde diversos ámbitos “se lleva años insistiendo para que esto suceda, aún cuando los técnicos advierten del evidente peligro de deterioro de las mismas si esto llega a ocurrir”. Este hecho, a juicio de la asociación, “es otro claro ejemplo en el que se pretende anteponer el interés turístico y económico a la conservación del patrimonio”.
Un país “maduro y civilizado”, opina la plataforma, “debe contar con políticos que entiendan que nuestra cultura y, en particular nuestro patrimonio histórico, no puede ser cuantificado económicamente, aunque su existencia pueda ayudar a su desarrollo, y deben de poner los medios adecuados para que se conserve y difunda como lo que es y por el valor que tienen en sí mismos y no por el rendimiento económico que de él pueda obtenerse”, concluye Anabad.
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