La mitad de los bibliotecarios dicen haber sufrido algún tipo de violencia en el puesto de trabajo

Turning the Page: Library Workplace Violence and Harassment Survey Report. Canadian Union of Public Employees, 2023

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Resolución de conflictos en bibliotecas. Planeta Biblioteca 2022/11/18

El Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE, Canadian Union of Public Employees) publicó la semana pasada los resultados de una encuesta realizada en 2022 para conocer mejor el nivel de violencia y acoso laboral al que se enfrentan los trabajadores de las bibliotecas de Saskatchewan y las posibles soluciones para abordar este problema.

 

101 trabajadores de bibliotecas públicas participaron en la encuesta sobre violencia y acoso en el lugar de trabajo de CUPE, lo que representa el 15,5% de los miembros del sector bibliotecario de CUPE en Saskatchewan. La encuesta en línea se realizó del 29 de junio al 9 de septiembre de 2022. La mayoría de los encuestados afirmaron trabajar para los dos mayores sistemas bibliotecarios de la provincia: Biblioteca Pública de Saskatoon (44%) y Biblioteca Pública de Regina (29%). De los encuestados que identificaron su sexo, el 75% dijo ser mujer.

De los que respondieron a la encuesta

  • El 78% declaró haber sufrido abusos verbales.
  • El 71% declaró haber sido testigo de violencia.
  • El 50% declaró haber sufrido violencia.
  • El 44% declaró haber sufrido acoso sexual.
  • El 40% declaró haber recibido amenazas de daños físicos

El 78% de los participantes declararon haber sufrido abusos verbales (como gritos, insultos, comentarios racistas, comentarios ofensivos) en su lugar de trabajo. El 39% indicó que sufría abusos verbales en raras ocasiones, mientras que el 29% señaló que los sufría con regularidad y el 10% dijo que los sufría con frecuencia. Los encuestados señalan frecuencias más elevadas de presenciar abusos verbales. Por ejemplo, una cuarta parte de los encuestados (25%) declaró ser testigo frecuente de abusos verbales en su lugar de trabajo.

El 44% de los encuestados declararon haber sufrido algún tipo de acoso sexual en su lugar de trabajo, aunque el 39% dijeron que lo sufrían con poca frecuencia.

El 50% de los participantes declararon haber sufrido violencia en el lugar de trabajo, aunque el 32% afirma experimentarla raramente. Más encuestados (71%) declararon haber sido testigos de violencia en el lugar de trabajo; el 26% dijo haber sido testigo de ello con regularidad y el 5% con frecuencia.

Los usuarios de las bibliotecas/miembros del público son citados como los principales responsables del abuso verbal, el acoso sexual y la violencia en el lugar de trabajo.

El 40% de los encuestados afirmaron haber sido amenazados con daños físicos mientras trabajaban. Las siguientes formas más comunes de violencia experimentadas por los encuestados fueron «golpeado o me han lanzado un objeto» (16%), y «agarrado» (12%) y «empujado» (12%).

El 48% de los encuestados afirman que rara vez se sienten inseguros en el trabajo, mientras que el 27% dicen que se sienten inseguros con regularidad o frecuencia. Los encuestados que trabajan en las sucursales del centro de Saskatoon y Regina tienen más probabilidades de declararse inseguros en el trabajo.

La mayoría de los encuestados afirman que la violencia en el lugar de trabajo ha aumentado en los dos últimos años, ya sea en cierta medida (26%) o significativamente (27%). Por el contrario, sólo el 3% de los encuestados afirma que la violencia laboral ha disminuido y el 19% afirma que no ha habido ningún cambio.

Los encuestados identificaron la salud mental y las adicciones como las razones más comunes del aumento de la violencia laboral. También identificaron varias tareas que exponen a los trabajadores de las bibliotecas a un mayor riesgo de violencia, como: trabajar en el mostrador de atención al público, en zonas aisladas y trabajar solo; «deambular» por la biblioteca; interactuar con clientes problemáticos o intoxicados; garantizar el cumplimiento de las políticas de la biblioteca, los estatutos, el uso de ordenadores y las órdenes de salud pública; y las revisiones de los baños. Varios participantes en la encuesta afirmaron que los guardias de seguridad podrían desempeñar un papel más importante a la hora de hacer cumplir muchas de estas normas y de controlar los baños.

Casi la mitad de los encuestados (46%) afirmaron haber ayudado o intervenido ante un miembro del público que sufría una sobredosis u otro trauma. Sólo el 28% de estos encuestados creían estar debidamente formados para intervenir en esta situación, frente al 46% que respondieron que no estaban debidamente formados y el 26% que dijeron no estar seguros.

Sólo el 30% de los encuestados afirmó que existía un programa de prevención de la violencia en su lugar de trabajo. La mayoría de los encuestados dijeron que no sabían (39%) o dijeron que no había un programa de prevención de la violencia en su lugar de trabajo (17%).

La mitad de los encuestados (51%) afirma haber recibido formación institucional sobre cómo afrontar situaciones potencialmente violentas. Mientras que el 48% está de acuerdo en que esta formación le ha preparado para hacer frente a situaciones violentas que puedan surgir en su lugar de trabajo, un porcentaje ligeramente superior afirma que la formación no le ha servido de nada (29%) o dice no saber (23%).

El 71% declaró no haber ejercido su derecho a negarse a realizar un trabajo inseguro, frente a sólo el 5% de los encuestados que afirmaron haber ejercido este derecho.

44 participantes en la encuesta propusieron posibles soluciones para reducir o eliminar los abusos verbales, la violencia y el acoso. Entre ellas: mejor formación del personal, sobre todo para reducir la tensión y hacer frente a los problemas de salud mental; gestores que ofrezcan apoyo; más guardias de seguridad y mejor formados; más personal de biblioteca; prohibiciones más eficaces o más largas; tolerancia cero con la violencia; y trabajadores sociales en algunas sucursales.

El informe también incluye recomendaciones para reducir la incidencia de la violencia laboral en las bibliotecas públicas:

  • Mejorar la formación del personal, sobre todo en lo que respecta a la reducción de la violencia y la gestión de los problemas de salud mental;
  • Más personal bibliotecario; seguridad adicional y mejor formada;
  • Tolerancia cero con la violencia;
  • Trabajadores sociales y ancianos en algunas sucursales.

FUENTE: https://universoabierto.org/2023/03/21/la-mitad-de-los-bibliotecarios-dicen-haber-sufrido-algun-tipo-de-violencia-en-el-puesto-de-trabajo/

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