La carrera por construir un motor de búsqueda basado en ChatGPT

«The Race to Build a ChatGPT-Powered Search Engine | WIRED». Accedido 9 de febrero de 2023.

Ver completo

Más sobre ChatGPT

Impulsados por el entusiasmo que suscita ChatGPT, los titanes de las búsquedas en Internet, así como varias empresas emergentes, siguen adelante. Microsoft, que ha invertido unos 10.000 millones de dólares en OpenAI, creador de ChatGPT, está a punto de incorporar la tecnología subyacente a Bing, su segundo motor de búsqueda. Google, que lleva tiempo trabajando en un chatbot similar llamado LaMDA, se apresura a reaccionar. Baidu, el principal motor de búsqueda de China, está trabajando en un bot en chino similar a ChatGPT.

JIANG CHEN, experto en aprendizaje automático que trabajó anteriormente en Google, quedó hipnotizado cuando probó por primera vez ChatGPT, el chatbot de OpenAI extraordinariamente coherente y aparentemente bien informado que se ha convertido en una sensación en Internet.

Pero el aura de poder de la tecnología se atenuó cuando Chen intentó utilizar la misma tecnología de inteligencia artificial subyacente para crear una herramienta de búsqueda mejor para la startup que cofundó, Moveworks. La empresa utiliza la IA para ayudar a los empleados a buscar información, como documentos de asistencia técnica y páginas de recursos humanos. La nueva herramienta de búsqueda de Chen era excelente para extraer todo tipo de información útil de esos documentos, incluidas direcciones y números de teléfono, pero algunos de ellos no eran reales. «Su capacidad de fabricación es asombrosa», afirma Chen.

Es comprensible el entusiasmo que ha despertado ChatGPT y las sugerencias generalizadas de que podría reinventar los motores de búsqueda. El chatbot puede dar respuestas complejas y sofisticadas a preguntas sintetizando la información de miles de millones de palabras extraídas de Internet y otras fuentes para entrenar sus algoritmos. Juguetear con el bot puede dar la sensación de experimentar una forma más fluida de interactuar con las máquinas.

Pero la forma en que funciona esta tecnología es, en cierto modo, fundamentalmente contraria a la idea de un motor de búsqueda que recupere de forma fiable la información que se encuentra en Internet. Ya hay mucha información inexacta en la red, pero ChatGPT genera fácilmente nuevas falsedades. Sus algoritmos subyacentes no se basan directamente en una base de datos de hechos o enlaces, sino que generan cadenas de palabras destinadas a parecerse estadísticamente a las vistas en sus datos de entrenamiento, sin tener en cuenta la verdad. Otro problema de un sistema como ChatGPT es que sus respuestas se basan únicamente en los datos con los que fue entrenado. Volver a entrenar el modelo en su totalidad puede costar millones de dólares debido a su tamaño y a la escala de los datos.

A pesar de este reto, y quizás impulsados por el entusiasmo que suscita ChatGPT, los titanes de las búsquedas en Internet, así como varias empresas emergentes, siguen adelante. Microsoft, que ha invertido unos 10.000 millones de dólares en OpenAI, creador de ChatGPT, está a punto de incorporar la tecnología subyacente a Bing, su segundo motor de búsqueda.

Google, que lleva tiempo trabajando en un chatbot similar llamado LaMDA, se apresura a reaccionar. Tiene previsto lanzar pronto una versión de LaMDA y es posible que demuestre este año hasta 20 productos que utilizan la misma tecnología. Baidu, el principal motor de búsqueda de China, está trabajando en un bot en chino similar a ChatGPT.

Mientras los gigantes tecnológicos preparan sus respuestas a la emergencia de ChatGPT, varias startups han lanzado motores de búsqueda con interfaces de chat similares al bot. Entre ellas se encuentran You.com, Perplexity AI y Neeva.

Las herramientas que han construido ilustran tanto el potencial como el reto de adaptar la tecnología del estilo ChatGPT a las búsquedas. You.com, fundada por Richard Socher, experto en lenguaje e IA, puede ofrecer respuestas a través de una interfaz de chat. Las respuestas vienen acompañadas de citas, que pueden ayudar al usuario a rastrear el origen de una información.

No está claro cuánto tiempo llevará inventar y probar estas soluciones. Puede que pase algún tiempo antes de que la tecnología pueda cambiar radicalmente la forma en que la gente busca respuestas, incluso si se dan otros casos de uso, como idear nuevas recetas o servir de compañero de estudio o programación.

Esta entrada se publicó en Tecnologías de la información y está etiquetada con ChatbotInteligencia artificialMotores de búsqueda en febrero 9, 2023.

FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO

Follow us on Social Media