Primitiva Bueno Ramírez. Catedrática de Prehistoria, Universidad de Alcalá de Henares

La documentación realizada en los sitios paleolíticos al aire libre del occidente ibérico, fue la base gráfica con la que el equipo de la Universidad de Alcalá argumentó un quinto Estilo, siguiendo la estela de los cuatro de Leroi-Gourhan para la clasificación del arte paleolítico. Esta denominación es una forma de trasladar la realidad de la transformación y adaptación del arte paleolítico a nuevos contenidos, que demuestra que éste no acabó en sí mismo. Con el arte mueble datado en la estratigrafía de Fariseu, en el Coa, y el conocimiento de las imágenes finiglaciares en el resto de Europa, diversos trabajos de investigación han ido rompiendo las fronteras clásicas del final del Paleolítico Superior.

Su objetivo ha sido contribuir a sustentar nuevas lecturas para la datación de la iconografía de las culturas finiglaciares del occidente ibérico. Sus coincidencias formales con buena parte de lo que llamamos arte levantino abrió un abanico de futuras investigaciones, algunas de las cuales comienzan a corroborar esa hipótesis. Igualmente, se ha avanzado en el conocimiento de las fechas paleolíticas del arte esquemático, con iconografías que resultan convincentes referencias para sus versiones más antiguas.

Las imágenes de Estilo V del Coa y Siega Verde, se suman a las datadas directamente sobre las pinturas de carbón de la Cueva Palomera en Burgos, para situar uno de los mayores conjuntos de secuencias gráficas pleistocenas y holocenas del Sur de Europa. Temas, técnicas y el uso de los mismos territorios aseguran las fuertes raíces paleolíticas de quienes habitaron Iberia después de la última glaciación.