El otro día me encontraba en esa red que tanto enreda nuestra cotidianidad (Facebook) y me tropecé con una actualización de mi paisana y biblogtecaria Fuensanta Martínez, una publicación sobre las (pre)ocupaciones de los titulados en Información y Documentación de la Universidad de Murcia que había compartido en el grupo Empleo en Biblioteconomía y Documentación. Esa publicación enlazaba a un portal web de la Universidad de Murcia en el que se recoge información de interés para los estudiantes universitarios de la Región de Murcia en lo relativo a ofertas de titulaciones, búsqueda de Grados y asignaturas, ocupaciones e información sobre el Centro de Orientación y Empleo de Murcia (COIE). En concreto, Fuensanta Martínez hacía referencia a las salidas profesionales, en lo referente a las ocupaciones que tienen los graduados en Información y Documentación. He ahí donde está el meollo y el cogollo del asunto. Este término, el de ocupación, se define en la página como «conjunto de empleos cuyas principales tareas y funciones, tienen un alto grado de similitud». Después de leer tal cosa harto confusa me dio la sensación de que la lógica de que cualquier salida profesional de nuestra titulación depende del grado de similitud que tiene un conjunto de empleos. O algo así. Cuando en mi opinión no tiene nada que ver, dada la naturaleza transversal y multidisciplinar de nuestra rama de conocimiento.
¿Acaso un docente de educación superior tiene las mismas tareas o funciones que un Ayudante de Biblioteca de un pequeño pueblo? [Y no por eso no pueda ser ésta una ocupación con posibilidades para cualquier titulado].
La descripción de las salidas profesionales que se hace en esta web es bastante, bastante mejorable. Sí que es verdad que en ella se mencionan algunas nuevas profesiones (gestor de contenidos, arquitecto de la información, pero muy, muy pocas más). La clasificación de ocupaciones que se hace es de lo más genérica e incompleta, porque no abarca los perfiles más específicos y transversales que existen actualmente. Sigue anclada en los perfiles profesionales clásicos, cuando ya hay constancia de las nuevas profesiones que está demandando el mercado laboral y académico de este país.
Que no especifique ni explique alguna ocupación acerca del profesional digital, el experto en tecnologías de la información, veáse, por ejemplo, el community manager, o el Content Curator, teniendo los ejemplos de Javier Guallar y Javier Leiva Aguilera, de formación bibliotecaria y que han sido quienes han escrito de forma más significativa sobre esta figura y sobre la“curación de contenidos» desde una perspectiva informacional, manda narices, por no decir otra parte más noble y más sensible.
O, como no, que no se explique el perfil de gestor de contenidos digitales, necesario ya en cualquier ámbito laboral, y que requiere una formación especializada que ofrece la Facultad de Biblioteconomia y Documentación de la Universidad de Barcelona a través de su Máster de Gestión de Contenidos Digitales. Véase, a continuación, una parte de la descripción del mismo:
Las bibliotecas, los archivos y los museos también piden personal que pueda planificar y después gestionar proyectos de digitalización, contratar documentos digitales, organizarlos y ofrecerlos a sus usuarios mediante aplicaciones específicas, así como preservarlos a largo plazo.
El máster ofrece conocimientos relacionados con la gestión documental, con la informática y el diseño de interfaces.
El perfil webmaster ha quedado en desuso, se ha ido diluyendo en otras denominaciones (Diseñador, Desarrollador web, Maquetador, etc) haciendo alusión también a perfiles más específicos: Programador Backend PHP, Desarrollador front senior, UX Designer, e incluso SEO / SEM.
Estos perfiles parten de disciplinas que ya han ido investigando docentes que en su día estudiaron Biblioteconomía y Documentación; véase el caso de Mari Carmen Marcos como directora del Postgrado Online en Usabilidad, Experiencia de Usuario y Diseño de Interacción por la UPF-IDC.
El Postgrado Online en Usabilidad, Diseño de Interacción y Experiencia de Usuario se dirige a graduados de cualquier campo, en especial los que tengan formación en biblioteconomía (…)»
El biblogtecario Alejandro García Gabarrón también nos contó a través del artículo SEM: una alternativa laboral otra ocupación profesional, dado que la figura del responsable de SEM debe de tener grandes conocimientos en palabras claves y búsquedas de información a través de Google.
La citada web no recoge tampoco el perfil experto en publicaciones científicas, ocupación que tiene también demanda en el actual mercado laboral y que, además, queda incluido a modo de itinerario formativo en los cursos que ofrece la Sociedad Española de Documentación e información científicas (SEDIC) para profesionales de la informacion y documentación.
Tampoco presta atención siquiera a la figura del museólogo, cuya afinidad profesional debería estar más que superada dada su relación claramente asociativa con nosotros (ANABAD).
Consultando esta información con compañeros y amigos del gremio me doy cuenta de que, una vez más, la visión profesional de nuestro sector deja mucho que desear, al menos en lo que respecta a la institución autora y responsable de estos contenidos.
Muchos, todavía no han asimilado que los profesionales de la información y la documentación, los que son de base bibliotecónomos y documentalistos —y biblioteconomas y documentalistas—, han sido precursores a la hora de crear otras salidas profesionales que, estando estrechamente relacionadas con nuestro sector, van más allá de las típicas ocupaciones (documentalista, archivero y bibliotecario).
Flaco favor le hacen a los futuros e indecisos estudiantes universitarios de Murcia para que puedan escoger el Grado en Información y Documentación como una buena opción para su carrera profesional. Pues la información que ofrece este portal web es precaria y deficiente. Aunque, claro está, si leen el plan de estudios, no creo que se motiven a leer más. Este puede ser el gran detonante para abandonar la página e irse inmediatamente a otra carrera. O de deprimirse por tanta impotencia y (pre)ocupación. Véase esta última opción mi caso.