Las matemáticas ‘ocultas’ tras la Catedral de Burgos

Su belleza se percibe subjetivamente, pero se comprueba objetivamente haciendo cálculos y mediciones, matemáticas mediante

Actualizado:

Hace unas semanas resaltamos la importancia de la Alhambra en relación a la concepción musulmana de la geometría, y hoy nos acercaremos a otro lugar paradigmático como pocos: la catedral de Burgos.

Cualquiera que se haya acercado mínimamente a la construcción o a la reforma de una edificación, se percata de que por mucho que los planos y las mediciones digan una cosa, llevarlo a la realidad no es nada sencillo. Imaginémonos un edificio de las dimensiones de una catedral, y con los medios existentes en el siglo XIII, por no hablar de las sucesivas ampliaciones y añadidos que se hacen posteriormente que obligan a nuevos cálculos y una precisión exquisitos, si queremos que aquello perdure. Pero no sólo es la técnica, porque estos monumentos pretendían transmitir algo más que ser utilizadas como simples lugares de encuentro.

En cada región de nuestro país, existen sociedades de profesores de matemáticas, tanto en activo como jubilados, que proponen actividades, organizan eventos, y en ocasiones analizan y realizan estudios e investigaciones. Este es el caso de la reciente publicación ‘Tesoros Matemáticos de la Catedral de Burgos‘, un magnífico y pormenorizado estudio editado por la Sociedad Castellana y Leonesa de Educación Matemática Miguel de Guzmán. A lo largo de nueve capítulos desgrana y, sobre todo, expone con mucha claridad, los innumerables aspectos matemáticos que este edificio atesora, y cuyo conocimiento aporta una nueva y complementaria dimensión a su historia y su arte, enriqueciendo y clarificando ambos. Tras una reflexión inicial sobre el significado interior de la catedral, y cómo la mirada matemática puede hacernos cambiar nuestra perspectiva tanto de la catedral como de las propias matemáticas, comienza un didáctico recorrido desde la capilla mayor y la cabecera, lugar desde el que se inició la construcción en 1221. Ya desde ahí aparecen las sorpresas: tres decágonos regulares (polígonos de diez lados) anidados (mismo centro y lados paralelos) conforman los espacios entre las capillas radiales, la girola y la capilla mayor; decágonos que además guardan una milimétrica proporción de separación en la que interviene phi, el número áureo, que marca el canon clásico de la belleza por excelencia.

Son varios los lugares en todo el monumento en que se presentan sucesiones de objetos geométricos anidados, que generan, según los arquitectos, euritmia, es decir, un movimiento armónico, que busca influir en el estado de ánimo del visitante. Esa euritmia se simula (obviamente la piedra no se mueve) mediante el encadenamiento de las proporciones, la repetición periódica de determinados patrones, la analogía. Estas repeticiones pretenden componer ritmos, acordes; por todo ello esta catedral es descrita a través de sus piedras como una sinfonía silenciosa. Diseminados por sus páginas se incluyen dieciséis códigos QR que nos llevan a animaciones que ilustran determinados conceptos. En concreto, esta descripción de los decágonos y las proporciones entre sus lados y las distancias entre los pasillos que dejan podemos verla perfectamente en este enlace.

FUENTE Y ARTÍCULO COMPLETO: https://www.abc.es/ciencia/abci-matematicas-ocultas-tras-catedral-burgos-202202210217_noticia.html

 

Follow us on Social Media