Martes, 23 de noviembre. Salón de actos, 18:00. Asistencia libre y gratuita
MANUEL OLCINA DOMÉNECH (MARQ-Museo Arqueológico de Alicante)
En esta conferencia abordaremos una serie de construcciones romanas que hasta ahora no habían sido analizadas con la atención que merecen y por ello no bien interpretadas. Se trata de los viveros de pescado, piscinae, cuyos restos más reconocibles, excavados en la roca costera, se encuentran en la mitad norte de la costa alicantina en las localidades de Jávea, Calpe, el Campello y Alicante (esta junto a la ciudad romana de Lucentum). También recientemente se ha propuesto una nueva instalación de este tipo en Cabo Trafalgar (Cádiz) aunque con vestigios menos evidentes que los alicantinos.
Numerosos viveros se encuentran repartidos en la costa del mar Mediterráneo y son muy escasas las evidencias, en un mismo lugar, de los dos tipos de construcciones. En realidad, la mayoría de los viveros formaron parte de suntuosas villas marítimas, un elemento que las hacía destacar, como expresión de máximo lujo y ostentación.
La escasez y singularidad de estas construcciones romanas en la Península Ibérica, aún con notable monumentalidad y agrupadas casi todas en un tramo muy concreto del litoral mediterráneo español, son argumentos de peso para que se propongan medidas para su conservación. En los últimos años hemos asistido a la parcial destrucción de unos viveros en El Campello debido a la erosión marina y otros, por el mismo motivo, están en peligro de desaparición.