David Lankes. “Ampliemos expectativas“. Valencia: COBDCV, 2020
“Tal vez la pregunta más importante que podéis plantear y en la que se centra este libro sea: ¿por qué tanta gente ve la biblioteconomía como anticuada, conservadora y más bien poco atractiva? ¿Por qué, pese a que a la gente le encanta la idea de las bibliotecas y los bibliotecarios, la limitan rápidamente a los libros de los niños o simplemente piensan en ello como un remanente histórico? La respuesta no es que estas personas están equivocadas, sino que deben ampliar expectativas.
Hay demasiadas bibliotecas centradas en los libros. Hay demasiados bibliotecarios que reviven la historia y están atrapados en una especie de conservadurismo profesional. Hay demasiados bibliotecarios que dan prioridad a lo que hacen sobre la razón de por que lo hacen. Hay demasiados bibliotecarios que piensan que su trabajo tiene que ver con sus colecciones, no con su comunidad. Hay demasiadas bibliotecas que buscan sobrevivir en lugar de innovar y promover el amor por la lectura y el empoderamiento de las comunidades a las que sirven. No digo que estos bibliotecarios sean la mayoría, pero son demasiados y sus comunidades, vosotros, habéis depositado pocas expectativas en ellos.”
En este libro leeréis sobre una biblioteca pública que ha creado un Fab Lab un espacio donde la comunidad puede trabajar con impresoras 3D y crear nuevos inventos. Leeréis sobre una biblioteca escolar donde el bibliotecario está demasiado ocupado ayudando a los maestros a mejorar su rendimiento al colocar los libros en las estanterías. Leeréis sobre los bibliotecarios que crean nuevas empresas en las zonas rurales de Illinois y que transforman vidas en Dallas. Estas son bibliotecas y bibliotecarios brillantes, pero si los veis como excepcionales, como algo fuera de lo normal, es porque esperáis muy poco de vuestras bibliotecas.
En este libro leeréis sobre una biblioteca pública que ha creado un Fab Lab un espacio donde la comunidad puede trabajar con impresoras 3D y crear nuevos inventos. Leeréis sobre una biblioteca escolar donde el bibliotecario está demasiado ocupado ayudando a los maestros a mejorar su rendimiento al colocar los libros en las estanterías. Leeréis sobre los bibliotecarios que crean nuevas empresas en las zonas rurales de Illinois y que transforman vidas en Dallas. Estas son bibliotecas y bibliotecarios brillantes, pero si los veis como excepcionales, como algo fuera de lo normal, es porque esperáis muy poco de vuestras bibliotecas.
Aquí está la clave para una biblioteca exitosa: vosotros mismos. En una ciudad o en una empresa de la lista Fortune 500, la biblioteca debe configurarse en torno a vosotros y a los objetivos de vuestra comunidad. Si vuestra comunidad aspira a la excelencia, vuestra biblioteca debería ser excelente. Si a vosotros os preocupa el futuro, la economía o el estado del debate democrático en vuestro país, vuestra biblioteca también debería preocuparse por esos temas. Si dais a conocer estas expectativas, si os armáis con lo que es posible y no con lo que ya hay, entonces la biblioteca y los bibliotecarios podrán cumplir con esas expectativas y objetivos. Por supuesto, esta es una calle de doble sentido, pues las grandes bibliotecas también esperan mucho de sus comunidades. Si, las grandes bibliotecas necesitan apoyo económico, pero incluso más que eso precisan de una comunicación abierta sobre vuestras necesidades, vuestros desafíos y vuestros sueños.
El Dream Lab de Washington DC lleva esta propuesta un paso más allá, pues no sólo proporciona a los miembros un espacio compartido para pequeñas organizaciones, grupos e individuos que usan las tecnologías para desarrollar y mantener nuevas empresas», sino que además se espera que los empresarios que usan el laboratorio compartan su experiencia y conocimientos en talleres públicos de una hora al mes. Así pues, la biblioteca no solo ayuda a un individuo, sino que también ayuda a que este ayude a otros miembros de la comunidad
David Lankes. “Ampliemos expectativas”. Valencia: COBDCV, 2020
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FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO