Archivo Municipal: custodio de la Historia de Toledo

Guarda millones de documentos que un día reflejarán cómo fue eso del coronavirus. «El ser humano ha cambiado muy poco a lo largo de los siglos», dice su responsable, Mariano García Ruipérez

Vista de Toledo realizada por Jean Laurent en la primavera del año 1865 – Archivo Municipal

TOLEDO Actualizado:

«Estas epidemias eran habituales en otras épocas, por no mencionar las hambrunas cuando la cosecha era mala. La cuestión es que nuestra generación solo lo ha vivido ahora. Obviamente hay otros medios técnicos y más conocimientos médicos que permiten enfrentarse a la enfermedad con mayores garantías de salvación, pero las soluciones que se están proponiendo de confinar las ciudades se han venido haciendo siempre. Se construían lazaretos en las afueras y allí pasaba la cuarentena la persona que quería entrar a la ciudad. O se quemaba la ropa del contagiado. El miedo, la incertidumbre, la pobreza y la mortalidad aumentaban… En definitiva, el ser humano ha cambiado muy poco a lo largo de los siglos», comenta.

Por eso, la labor de los archivos es tan importante. «Si los documentos se pierden es muy difícil acercarse a la verdad, y ese es nuestro papel: el de conservarlos para que los historiadores sean capaces de interpretar lo que pasó», explica. Toledo cuenta con un amplio catálogo de archivos: aparte del Municipal, están el Histórico Provincial, el Diocesano, el de la Catedral, el de la Nobleza, el de la Diputación o los que dependen de la Junta de Comunidades.

«Siempre se habla de la ciudad como patrimonio de la humanidad por sus valores artísticos y arquitectónicos, pero su patrimonio documental y bibliográfico no desmerece en absoluto porque es excepcional», asegura García Ruipérez. No ocurre lo mismo en otras ciudades. San Sebastián, por ejemplo, perdió todo su archivo municipal porque fue incendiado durante la Guerra de la Independencia. También en Toledo se perdieron los libros de actas del siglo XV y XVI después de que un ordenanza los robara y se los vendiera a un cohetero, que hizo carcasas con esas actas.

En 1999 se inauguró la sede del Archivo Municipal en un edificio anexo a la antigua iglesia mozárabe de San Marcos. Hasta entonces los documentos se conservaban en las Casas Consistoriales. En la actualidad custodia más de 20.000 cajas archivadoras, además de una biblioteca y hemeroteca especializada, junto con la importante Colección de Luis Alba. Si todos los documentos se pusieran en fila, uno detrás de otro, probablemente darían la vuelta al Valle. Por tanto, es falso eso de que el saber no ocupa lugar.

«Es imposible que nosotros podamos leer los 20 millones de folios que conservamos. Lo que tenemos son ideas generales del contenido de muchas de esas cajas y de otras más precisas, dependiendo de la importancia que demos a esa información», explica el responsable del Archivo Municipal, en el que se emplean otros tres profesionales que desarrollan funciones específicas. «Y externalizamos tareas como la restauración, la publicación o la digitalización de formatos especiales», añade.

García Ruipérez intuye que no hay más del uno por ciento del patrimonio documental español que sea accesible en internet. «La gran diferencia con las bibliotecas es que en un archivo cualquier documento es único e irrepetible. Nuestro trabajo solo tiene sentido si es útil a los demás. Si guardamos los documentos es porque pretendemos dar servicio a los ciudadanos. A la web subimos aquellos recursos que entendemos que pueden ser más demandados y, con ello, también pretendemos salvaguardar su conservación», afirma.

Contenido variadísimo

El más antiguo del Archivo Municipal data del 24 de abril de 1136 y es una carta en la que el rey Alfonso VII confirma el Fuero de los francos de Toledo. El contenido de los documentos resulta variadísimo. Se puede consultar las Constituciones de la Hermandad de Nuestra Señora del Sagrario en 1571, cómo los perros de presa eran un problema en el siglo XVIII, cómo se instalaban los puestos del Martes en el XIX, la primera regulación de los guías turísticos de Toledo en 1902, desde cuándo se iluminan las calles por Navidad o en qué momento se prohibió el baño en el río Tajo.

En realidad, «los caramelos» del Archivo son las fotografías, «un lenguaje universal» que entiende cualquier ciudadano. En el Municipal «seguramente tengamos más de 100.000» y «la singularidad es que están hechas por cientos o miles de fotógrafos». De ellas, unas 12.000 están en la web. «Las imágenes son una manera de incitar a que la gente consulte otro tipo de documentos», finaliza.

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FUENTE: https://www.abc.es/espana/castilla-la-mancha/toledo/ciudad/abci-archivo-municipal-custodio-historia-toledo-202010161753_noticia.html

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