El nombre de León Felipe no sale entre los primeros cuando se debate sobre poemarios o antologías. Su temprana marcha de España y un difícil encuadre en una generación literaria concreta provocaron su progresivo alejamiento de los libros de texto.

Pero quizás sea este uno de los grandes atractivos para el gran público: su (re)descubrimiento. Sumergirse en los versos del poeta zamorano es abrir una ventana a un profundo universo vital y literario.

¿Quién soy yo? fue la pregunta lanzada desde las primeras producciones poéticas de León Felipe y que repitió a lo largo de su vida. La búsqueda de un poeta de carácter profético, cuya voz se alza como representante de la condición humana. El poeta de barro, como él mismo se definía, el eterno caminante, hace una parada en su viaje para respondernos.