Future libraries. London: ARUP, 2015
Más sobre Futuro de las bibliotecas
Las bibliotecas están experimentando un renacimiento, tanto en lo que respecta a la infraestructura social que ofrecen como a la diversificación de los servicios y las experiencias que proporcionan. En los entornos corporativos están desempeñando un papel cada vez más importante en la provisión de espacio de trabajo colaborativo y también impulsando la innovación. Para las comunidades, se están convirtiendo en centros de educación, salud, entretenimiento y trabajo.
Este informe saca a la luz tendencias significativas que influirán en el futuro de las bibliotecas públicas, académicas y corporativas, y esboza las implicaciones en su diseño, funcionamiento y experiencia de usuario. Es el resultado de una exploración colectiva a través de una serie de talleres celebrados en Londres, Melbourne, San Francisco y Sydney, a los que asistieron expertos en diseño y gestión de bibliotecas. Esta investigación presenta una mirada al futuro. Explora lo que podemos esperar ver a medida que el entorno físico y digital continúan evolucionando y pretende servir de base para un mayor debate sobre el futuro papel de las bibliotecas en las comunidades a las que sirven.
A lo largo de su existencia, las bibliotecas han tenido el papel histórico de ser lugares para la la preservación del conocimiento. La biblioteca del Siglo XX midió el éxito en unidades llamadas transacciones; es decir, cuántos libros se prestaron y cuántas personas entraron físicamente a la biblioteca durante las horas de apertura, pero el conteo de entradas y las estadísticas de préstamos no muestran el valor que las bibliotecas agregan a las comunidades.
Las bibliotecas del siglo XXI han sido remezcladas y tienen en consideración la importancia del espacio, los servicios y la experiencia del usuario en igual medida. La forma en que las bibliotecas se presentan, colaboran y comercializan sus productos y servicios también está cambiando. Al cambiar nuestro pensamiento sobre lo que es una biblioteca, transformamos nuestro pensamiento sobre por qué tenemos bibliotecas. Pasamos de pensar en las bibliotecas como edificios que absorben y almacenan contenidos y facilitan el consumo de conocimientos, a edificios con espacios – tanto físicos como virtuales – que celebrar la transformación de los contenidos existentes, tanto impresos como digitales, en nuevos conocimientos, tales como fomentar la continua readaptación de los espacios físicos de la biblioteca para acomodar a los diversos usuarios de la biblioteca y sus actividades que empoderan y permiten a nuestras comunidades dar sentido a la sobrecarga de información que es el Internet, y encontrar el significado y el sentido que necesitan, guiados por los bibliotecarios que actúan como mentores de investigación en colaboración y lo más importante, los servicios y espacios de la biblioteca están diseñados de manera inclusiva y ponen intencionalmente al usuario de la biblioteca en la vanguardia por qué estamos proporcionando una biblioteca a nuestra comunidad. Al igual que la educación, las bibliotecas tienen un papel clave que desempeñar en la identidad de la comunidad. Proporcionan una conexión a los recursos, el conocimiento y los servicios de una manera igualitaria.
Esto ha dado lugar a un aumento de las experiencias tangibles, incluyendo espacios de creación y actividades de inmersión, en particular en las bibliotecas públicas. Además de los cambios en la disposición espacial y los programas, el entorno digital es clave. Las “paredes” de una biblioteca siguen expandiéndose más allá del espacio físico, con un aumento de los recursos en línea, los medios sociales, el crowdsourcing y los servicios móviles que influyen en la forma en que se accede a las colecciones en línea y en cómo se organizan y ofrecen los servicios. Estas tendencias reflejan el aumento de los esfuerzos de las bibliotecas de diversos sectores para que las personas vuelvan a sus espacios físicos. Así las bibliotecas están abriendo sus puertas e invitando a la gente a volver al espacio físico mediante la integración de, por ejemplo, cafeterías, Wi-Fi gratuito, makerspaces o guarderías.
Las bibliotecas del futuro busca identificar la dirección y las oportunidades para la biblioteca del futuro. Identificar los factores que impactarán en las organizaciones, a los proveedores de servicios bibliotecarios a los usuarios y cómo se accede a estos servicios, tanto física como digitalmente. Ello implica los cambios en el diseño espacial, los servicios ofrecidos, la base de clientes, la experiencia digital y los impactos en las personas que trabajan en las bibliotecas y proporcionan el servicio. Es posible que se requieran nuevas habilidades para el personal de la biblioteca para complementar un cambio de enfoque, lo cual tendrá un impacto en la educación y la capacitación de las personas dentro de la profesión.
Además, como siempre ha ocurrido los servicios de biblioteca en una escuela, una comunidad, una empresa o una universidad ofrece un acceso equitativo a información, recursos y libros personalmente curados y dirigidos, y ofreciendo a su comunidad un servicio que un motor de búsqueda o SIRI no puede ofrecer. Así, las bibliotecas llenan los vacíos creados por la explosión digital, las comunidades cada vez más dispares económicamente, la pérdida de los espacios de reunión de la comunidad en un entorno de progresiva privatización de los público. Ofrecen espacios donde lo que está en tu cuenta bancaria no determina tu experiencia. Las bibliotecas de hoy en día son incubadoras de comunidades donde las ideas pueden sembrarse, crecer y ser compartidas, y donde la gente puede ir a leer.
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FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO.