Con un total de 167 obras, el Museo Kaluz busca dar una visión global del impacto que tuvo en el arte la llegada de miles de españoles a territorio azteca tras la Guerra Civil
Entre 1939 y 1942, México acogió a más de 20,000 refugiados españoles, tras el triunfo de los sublevados en la Guerra Civil y la instauración de la dictadura franquista. Su exilio es historia en ambos países, y como tal, ha sido retratada de diversas maneras al paso de los años. Muestra de ello es “80 años. Artistas del exilio español en México”, una exposición nacional que plantea un diálogo que oscila entre el éxodo y su apropiación de una cultura desconocida.
La muestra, dentro del marco de la conmemoración nacional del 80 aniversario del arribo del buque Sinaia con los primeros refugiados republicanos a México, estuvo a cargo de Ery Cámara, Francisco Berzunza y Alan Rojas Orzechowski y se exhibe en el Museo Kaluz. Ilustra el trabajo de 30 artistas, entre los que destacan, Antonio Rodríguez Luna, Lucinda Urrusti, Remedios Varo José Bardasano y Josep Renau.
La exposición recuerda que, muchos de los refugiados que llegaron a territorio nacional eran intelectuales, artistas o dirigentes políticos. Se trató de un exilio de la izquierda española, es decir, de republicanos, socialistas, comunistas y anarquistas, todos con ideas críticas en torno a la relación que existe entre la cultura y la sociedad.
“Estos desplazamientos provocados por la guerra representaron para México una inyección de vitalidad y sangre nueva para la vida cultural y académica, lo que desembocó en la creación de importantes instituciones que albergaron el trabajo intelectual de los españoles avecindados en nuestro país”, señala el museo.
Con eso en consideración, “80 años. Artistas del exilio español en México” recorre la producción de distintas generaciones de artistas: desde aquellos que tenían renombre en España antes de la guerra hasta aquellos que adquirieron prestigio en tierra azteca, donde se formaron e hicieron carrera.
Pensado de esta forma, la obra se divide en secciones. La primera, titulada “la experiencia como fuente”, refleja esa España franquista y el éxodo, así como una pieza de Javier Areán (nieto de refugiados) en la que se alude al campo de concentración situado en la localidad francesa de Le Barcarès.
La segunda sección es “El oficio de pintor”, que comprende la producción anterior a la guerra y el proceso de asimilación tras su huida, la nostalgia por esa patria perdida, así como retratos de la comunidad refugiada. Se suman paisajes que responden a un acto de apropiación de las corrientes culturales que en ese momento imperaban en México. Resalta la aportación del artista valenciano Josep Renau, quien con sus carteles marcó un estilo vanguardista, llenos de crítica política e ideológica.
La tercera sección, “Los artistas y las vanguardias”, expone las tendencias que recibieron las mayores aportaciones de la plástica del exilio español. Lucinda Urrusti, Antonio Peyrí, Vicente Rojo Marta Palau, José García Narezo y Remedios Varo son algunos de los artistas que aparecen.
La exposición tiene un total de 167 obras, con las que busca aportar al tema que por tantas décadas ha estado presente en México y España. Si estás interesado en visitarla, puedes enviar un correo a info@museokaluz.org. La obra estará hasta el 8 de diciembre.
La política de recepción de refugiados españoles, que ocurrió bajo el gobierno de Lázaro Cárdenas, simpatizante de la República Española, permitió que el impacto cultural español se trasladara al país, sobre todo a la Ciudad de México, donde se fundó la Casa España en México, que daría pie al Colegio de México, una institución de renombre académico, entre muchos otros frutos en la vida social y cultural tras la llegada de miles de emigrantes.