Como cada año, el 24 de octubre se celebra el Día de las Bibliotecas, y es así, desde el año 1997, por iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, con el objeto fundamental de concienciar a la sociedad entera de la gran importancia de la lectura, a potenciar los establecimientos bibliotecarios como instrumentos adecuados para el desarrollo del hábito lector y también como homenaje a las y los profesionales que desde cualquier ámbito atienden los servicios bibliotecarios.
Así expresado de la manera más sencilla; bibliotecas en general.
La biblioteca por excelencia que hoy celebramos es la biblioteca pública; genérica, abierta a toda la población y constituida por fondos y servicios de amplio espectro, pero igualmente valoramos a las otras bibliotecas, las escolares, las universitarias, las especializadas en los centros de documentación, los servicios de bibliobús y las actividades de promoción a la lectura.
¿Por qué no recordar también ahora a las biblioteca particulares?; esas colecciones normalmente modestas creadas en el seno de los hogares y que han sido el semillero más claro y directo del hábito lector.
Salvando esta modalidad no desdeñable, la biblioteca lo es cuando contiene un fondo adecuado, dispone de unas instalaciones correctas y cuanta con el personal preciso. Si no se dan tales circunstancias, no merece el nombre de Biblioteca.
Siempre es el momento de recordar a las autoridades que todas las Comunidades Autónomas recogen en sus respectivos Estatutos de Autonomía, de los que ellas mismas se han dotado, la competencia en materia de biblioteca, entre otras cuestiones; también que, a partir de los 3.000 habitantes, todo municipio tiene la obligación de disponer de un adecuado Servicio de Biblioteca.
Parece mentira que a estas fechas del siglo XXI aun existan en nuestro país bibliotecas que por sus muchas carencias no sean merecedoras de tal nombre.
También es momento de hacer ver que las bibliotecas hoy están en disposición de ampliar el campo de acción de sus competencias y funciones, especialmente en cuanto tiene que ver con el desarrollo e implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles registrados en la Agenda 2030 de la ONU.
A las personas habituales de la biblioteca, nuestro reconocimiento, a quienes no lo son, nuestra mejor predisposición, y a las y los profesionales del mundo bibliotecario nuestros mejores deseos de desarrollo profesional y de bienestar en esta Jornada
José María Nogales Herrera
Presidente
Federación ANABAD