El día del libro tiene en España uno de sus máximos exponentes en la entrega del Premio Cervantes; el llamado Nobel de la Letras Españolas. Ese “acto brillante en el marco incomparable” del paraninfo de la Universidad de Alcalá (así lo narran de forma manida todos los medios) se celebra allí porque así lo propuso el primer galardonado, en 1976, el poeta Jorge Guillén, pues el ministro quería celebrarlo en el salón de actos del Ministerio. A partir del segundo año se añadió al boato la presencia del Rey y más tarde la Universidad de Alcalá y la Comunidad de Autónoma…….
…También la corporación local aporta lo mejor de si misma acudiendo con la guardia de honor con mazas de plata, dalmáticas y polainas rojas (de momento). Pero en realidad es un acto civil y del mundo de la cultura por lo que ciertos excesos se deberían rectificar.
En primer lugar no es un acto académico aunque el rector haga de anfitrión, no se debe cantar el gaudeamus igutur (que por cierto casi nadie sabe).
Otro asunto es el del ágape que debería ser suprimido y su importe ser aplicado a cuestiones culturales no gastronómicas y, a almorzar, cada uno a su casa.
Lo más fuerte de todo, siendo un acto civil y cultural es la presencia de una unidad militar de paracaidismo que rinde honores, en principio al Rey, que, además le pasa revista. ¿No sería más lógico, sobre todo no acudiendo el Rey a presidir que los paracaidistas que queden en Ajalvir y si las autoridades han de pasar alguna revista que lo hagan a la vecina feria del libro?
Bueno, lo importante, felicidades al maestro de la palabra José Manuel Caballero Bonald.
José-M. Nogales Herrera
Vicepresidente-ANABAD