Una startup israelí está enviando una biblioteca a la luna. La misión SpaceIL incluyó un documento de 30 millones de páginas en su módulo de aterrizaje lunar Beresheet, archivando todos los logros de la humanidad. La biblioteca lunar está formada por finas láminas de níquel grabadas con láser, una microficha analógica que se puede leer fácilmente con un microscopio óptico de 1.000 aumentos y contiene un vasto archivo de la historia y la civilización humana, que cubre todos los temas, culturas, naciones, idiomas, géneros y períodos de tiempo, desde el contenido de Wikipedia hasta una compilación de lenguajes humanos, el Proyecto Rosetta, libros seleccionados por el Proyecto Gutenberg, así como mapas del genoma, 60.000 imágenes analógicas de páginas de libros, fotografías, ilustraciones y documentos, y gran parte del mayor arte, música, literatura y conocimiento científico del mundo.
La Fundación Arch Mission, con sede en Los Ángeles, tiene como objetivo producir y difundir copias de seguridad de los conocimientos más importantes de la humanidad, tanto en la Tierra como en todo el sistema solar. El proyecto comenzó como el sueño de la infancia de la cofundadora Nova Spivack, que se inspiró en la serie de novelas “Fundación” de Issac Asimov sobre un grupo de científicos que se enteran del colapso de la civilización y trabajan contra el tiempo y contra diversos señores de la guerra intergaláctica para proteger los conocimientos de la humanidad antes del colapso final.
La información enviada a la luna se almacena en 25 discos de níquel del tamaño de un DVD, que sólo tienen 40 micrones de grosor. Preguntados por qué no se había publicando la lista completa de contenidos del contenido que se enviaría, Arch Mission Foundation (AMF) informó que sólo se habían revelado parte del contenido de la biblioteca, y que en lugar de confiar en curaciones problemáticas de materiales, se había decidido incluir toda la amplitud y diversidad del conocimiento y la cultura humana registrada como una muestra de la vida y la civilización del planeta Tierra. A este respecto, Matt Hoerl, director de producción de la Arch Mission Foundation afirmo “No importa lo que hagamos, nunca va a ser posible satisfacer completamente a todos los grupos, por lo que la única solución fue tener tanto espacio de almacenamiento que no fuera necesaria ninguna curación”. Así, que se decidió enviar todo. Lo que el equipo de estudiosos y científicos de la Arch Mission Foundation ha considerado como el conocimiento más importante de la humanidad se envía en forma de conjuntos de datos abiertos procedentes de la fundación Wikimedia, la Fundación Long Now, el Proyecto Gutenberg y Internet Archive, así como muchos otros conjuntos de datos aportados por individuos y organizaciones. “Nuestra esperanza es proporcionar una imagen precisa de nuestro pasado a seres en un futuro lejano, y para ello tenemos que transmitir no sólo nuestros éxitos y triunfos, sino también nuestros errores y las cosas de las que nos hemos arrepentido”, dijo Hoerl. “No queremos que se borre ninguna historia”.
Almacenar información en el espacio es bastante complejo, especialmente si se quiere que dure miles de millones de años. La Biblioteca Lunar, por ejemplo, no sólo tendrá que soportar la radiación espacial, sino también el calor y el frío extremos de la superficie lunar. Se han utilizado discos de níquel puro debido a que este material no se descompone y no tiene vida media, es básicamente indestructible, incluso en el espacio. Los cuatro discos principales de la Biblioteca tienen más de 60.000 imágenes extremadamente pequeñas grabadas en ellos – fotos y páginas de libros en un formato llamado Nanofiche, por lo que quien los encuentre sólo necesitará un dispositivo de aumento para examinar los datos.
El módulo de aterrizaje “Beresheet” fue lanzado por un cohete SpaceX Falcon 9 el 21 de febrero y podría alcanzar la Luna el 11 de abril. El módulo de aterrizaje y su cápsula del tiempo permanecerán en la Luna indefinidamente. Sin embargo, la biblioteca puede haberse perdido en el cosmos, ya que el pasado lunes la nave perdió la comunicación con la tierra al hacer una maniobra de motor, quedando fuera del alcance de las comunicaciones, aunque fue contactada posteriormente. De modo, que módulo de aterrizaje lunar está de nuevo en comunicación con el equipo de tierra, mientras los controladores de vuelo trabajan en los próximos pasos.
Además de la biblioteca dirigida a la luna, ya hay otra enviada en el módulo SpaceX Tesla Roadster que ha estado en órbita alrededor del sol desde febrero de 2018. También se anunció que se enviaran más discos a la luna en los próximos años.
“A través de la replicación masiva alrededor del sistema solar, podremos garantizar que las Bibliotecas del la Humanidad nunca se perderán en el futuro en miles de millones de años”, dijo Nova Spivack, cofundadora y presidenta de la Arch Mission Foundation.
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FUENTE: JULIO ALONSO ARÉVALO